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Índice del artículo

- El tipo es un ladrón de autos con antecedentes ¿que querés que pregunte en las iglesias? ¿En obras de caridad?

- Si, Supongo que tenés razón, bueno, nos vemos a las tres

- Decime donde

- En una cafetería llamada Milán, en la avenida Lacarra 6693

- Listo quedamos así, avísale a David donde es

- Ok, chau

Después de cortar me llega la foto del nuestro trabajo, se me acerca el viejo de la barra

- ¿Qué va a tomar? – me dice con un tono bastante despectivo

- Dame una cerveza y decime si conoces a este tipo – le digo mientras le muestro el celular

- Debe haber venido alguna vez, pero tenés que preguntar a la noche al otro cantinero, de día no se mueve mucha gente más de los que ves.

- Muchas gracias – le digo mientras me levanto de la silla

- ¿Va a querer la cerveza? – me dice el viejo de la barra

- No dásela a el – le digo mientras apunto a un tipo en la barra y saco un billete y lo dejo en la barra.

Al salir por la puerta escucho un “¡gracias!”. Listo ya hice lo mío, ahora al hotel a descansar hasta las 3:00.

Me despierto quince minutos antes y me dirijo a la cafetería, otra vez caminando bajo el puto sol, no me acostumbro a no tener el auto, pero esta vez le tocaba a Tod, llego a la cafetería a quince minutos tarde, los veo sentados en una mesa comiendo, me acerco lentamente debido a lo lleno del lugar.

- Espero que haya algo de comer, ¿por que una cafetería? – le digo Tod mientras me siento a su lado

- Relájate que también hacen comidas, lo de “cafetería” es solo el nombre – dice Tod

David no puede decir nada por que tiene la boca llena, cuando está comiendo, todo desaparece a su alrededor solamente existen él y el plato que tiene delante, llamo a la camarera que tiene un delantal verde con el nombre de la “cafetería”, con unos hermosos ojos color café.

- Disculpe señorita me podía traer una hamburguesa y una cerveza mediana

- Enseguida señor – me dice con una hermosa sonrisa.

Cuando se da vuelta no pude evitar mirarle el culo, aunque no me interesaba tanto comparado con sus ojos, hasta que escucho:

- ¡Hey! mira acá por un segundo averigüe algo – me dice Tod chasqueando los dedos

- Decime que averiguaste

- Tengo un conocido en el hospital de la ciudad

- ¿Y eso que tiene que ver?

- Que él es uno de los que hacen los exámenes médicos a los que detiene la policía, ¿viste antes de llevarlos a la celda tienen que llevarlos al revisación?

- Claro

- Bueno, no conseguí muchos datos ya que no tiene acceso a los mismos, así que lo que pude conseguir fueron el nombre completo y el número de la casa

- Bueno, algo es algo, decime como se llama por lo menos

- Se llama Eliot Rodríguez, tenemos la foto y el número de la casa, no puede ser tan difícil, yo voy a rastrear la línea y averiguo en donde vive y esta misma noche lo vamos a visitar

La mesera trae mi orden, vuelvo a perderme en sus ojos, comienzo a comer con muchas ganas, Tod está haciendo algo con su Mac y David ya termino y se fue al baño, el día todavía está muy soleado, tenemos que esperar hasta que baje el sol para que todos los granujas salgan a la luz, le pido el diario a la mesera y a los veinte minutos sale David del baño se sienta y dice

- Yo también averigüe algo, esta mañana fui a Fox es un puterio cerca de mi hotel

- ¿En un puterio lo tenías que buscar? – le digo

- ¿Y dónde querés que lo busque? ¿En la escuela?

- Tenés razón - le digo

- Bueno fui al puterio y parece que el tipo lo conocen ahí, es de ir mucho a la noche, parece que de hacer quilombos por qué no lo quieren ni ver

- Bueno hagamos esto, yo a la noche voy al bar, vos al puterio y vos averiguas donde vive y vas a ver si está ahí, el que lo encuentra primero llama a los demás, vamos y terminamos el trabajo ¿esta?

- Me parece perfecto – dice Tod

- Bárbaro –dice David

- Bueno gente yo me voy despidiendo, traten de averiguar lo más posible, que nada más tenemos un día y medio.

- Nos vemos – me dicen los dos a la vez

Salgo de la cafetería, cruzo la calle y me doy vuelta a mirar a la mesera, esta parada justo en frente mío con las dos manos sosteniendo la carta, me mira, la saludo con la mano sonriente y me voy del lugar, ella sonríe.

Llego al hotel y me siento a leer un libro, las horas pasan, hago unas llamadas en vano ya son las siete de la tarde el sol está muriendo en el horizonte y yo estoy acostado en la cama de mi habitación masturbándome, mirando el techo pensando en ella, cuando me suena el celular, es Tod

- Escúchame, ya sé dónde vive, anota, la calle San Martin 4532, ya salgo para allá si lo veo te llamo.

- Listo, yo me cambio y salgo para el bar.

Procedí a darme una merecida ducha, deje la ropa por usar tendida en la cama, y la proveniencia de ese espantoso olor me intriga muchísimo, mientras me enjuagaba la cabeza mire mis pies, no sé por qué pero sentí que los iba a necesitar esta noche, espero no estar en lo correcto, salgo con la toalla en la cintura, me visto y parto hacia el bar, esta vez pareciera que las cuadras eran más cortas o tal vez mas reconfortable sin el sol partiéndome la cabeza. Llego al bar al abrir la puerta veo al lugar casi lleno, muchos seres de la noche y caras poco amigables, me siento en la barra en el mismo lugar que esta mañana se me acerca el tipo de la barra que es unos años más joven que el que me atendió anteriormente, tiene el pelo canoso, bigote y un par de arrugas en la cara.

- ¿Caballero, que va a tomar?

- Una cerveza

- Enseguida

Sin dudas es más simpático que el otro cantinero, a mi lado está un tipo de aproximadamente treinta años, tomando whisky mirándose en el espejo de la pared que está en frente de la barra, como acompañándose a sí mismo, tiene los pantalones manchados y borceguís negros, supongo que se vino directamente del trabajo, me mira fijo por unos segundos y luego su mirada vuelve a su charla con el espejo, el cantinero me trae mi vaso, lo bebo mientras doy vuelta mi silla para observar mejor el lugar, todo el bar parece estar apagado, el ambiente que lo envuelve es de una profunda tristeza, todos callados mirando sus copas, todos se conocen pero ninguno habla, solamente se escucha la TV que mira el cantinero sentado en su esquina, ese es un trabajo que me gustaría tener, finalmente lo esperado sucede, el tipo que está a mi lado me mira por cuarta vez y me dice:

- Hey amigo ¿vos no sos de por acá no?, nunca te había visto antes

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