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Pero también en muchos lugares se observaba la cooperación, la colaboración de los ciudadanos, había orden y disciplina. Los vecinos se ayudaban entre sí, el desconocido transeúnte asistía al moribundo, grupos de voluntarios se organizaron para recoger y dar sepultura a los millares de cadáveres, cuerpos inertes de familias completas frecuentemente eran hallados.

Juan Pablo III en lo que llamó ?el centrar la Fe?, convocó a los católicos a entablar comunión con El Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo, tres en Uno que es Dios, y sólo a Él se le debe adorar, a nadie más. A no concederle tanta importancia a la santería y recordó que la Madre de Jesús merece veneración pero no adoración, a no perderse en discusiones vanas sobre la virginidad de María o sobre la tan controvertida existencia de los hermanos de sangre del Galileo, de poca importancia en la Fe pero que separaba a las iglesias cristianas. Recordó que la Iglesia Universal tiene como fin sublime el divulgar el Evangelio de Jesús de Nazaret, sus enseñanzas, no es una iglesia para adorar semidiosas y semidioses milagreros, ni tiene como propósito los ritos, ceremonias, reglas, normas, dogmas rígidos ni tradiciones litúrgicas arcaicas. Que la tolerancia hacia las otras religiones y creencias era un deber cristiano y no una señal de debilidad; ?todos los dedos de las manos no son iguales, pero pertenecen a un mismo cuerpo?, repetía en sus homilías. También insistía que era obligación de todo buen cristiano el ayudar a sus semejantes en las circunstancias adversas en vez de actuar egoístamente o peor aún, el aprovecharse para beneficio propio. Era un Papa para revolucionar la fe, o más bien, para regresarla a sus orígenes. Ciertos viejos jerarcas y los curas más conservadores se rasgaban las vestiduras, pero los laicos, que aumentaban cada día de modo asombroso, lo apoyaban en su doctrina. ?La renovada Iglesia Católica es de los laicos y para los laicos?, dijo en su más reciente sermón y selló así el designio de su pontificado. Las iglesias anglicana, episcopal, ortodoxa griega y rusa se unificaron de inmediato con Roma; otras luteranas y evangélicas manifestaron igual intención.

Ahora proponía ?el centrar el Hombre?:

-?El error fue de prioridades mal elegidas ?señalaba en la esperada homilía dominical desde el altar bajo el cielo de Roma en la gran plaza central del Vaticano-. Fue equivocado anteponer el desarrollo económico y tecnológico a la armonía con la Naturaleza. El Hombre primero debe vivir en fraternidad con la Naturaleza, debe proteger y mantener limpia su casa, la Tierra, el Universo, la Creación de Dios, y en función de esta armonía debe venir el desarrollo económico, tecnológico, social y cultural para todos...

Había llegado el ?Pedro? que reunificaría y modernizaría la Iglesia de Cristo. La nueva ?Roca? sobre la que ésta se reconstruiría.

 

11

Sede de la Comunidad de Nueva Israel, Estados Unidos, verano del 2052.

-¿La Humanidad ha cambiado o sigue siendo la misma pese a todo lo acaecido? ?Repitió Ethan, el Pequeño Profeta, que ya nada de pequeño tenía, un hombre maduro. Mientras ponía sobre la mesa el vaso de agua con hielo del que había tomado un par de sorbos-. Tal vez todavía es muy temprano para saberlo, creo que el cambio apenas está en sus inicios. Cuarenta años es mucho para un ser humano pero es apenas una fracción de segundo para el Cosmos. Sin embargo, lo cierto es que la Nueva Humanidad va en otra dirección, hacia la que partimos los mil millones de habitantes, los escogidos, los que no llevábamos la marca del factor Rh, después de un doloroso aprendizaje. Aprendimos que por encima del interés individual está el interés colectivo, aprendimos que por encima del interés económico está el interés por la Vida y por la Naturaleza; aprendimos que por sobre las fronteras está la hermandad, que por sobre las razas está la humanidad; aprendimos que no estamos solos en el mundo sino que somos una especie más, que el Planeta no es del Hombre sino compartido con el Hombre; aprendimos que las ideas y las creencias no son tan importantes como para imponerlas o defenderlas, son nada más eso, sólo ideas y creencias; aprendimos que por arriba de las religiones y sus dogmas está la aproximación del Espíritu de cada uno de nosotros, de cada Ser, con Dios.

Los cientos de asistentes al gran auditorio, jóvenes en su mayoría, lo escuchaban con atención.

-Y todavía seguimos aprendiendo ?continuó-. Ya conocemos de humanos dotados con extraordinarias capacidades y dones de la Percepción, la otra herramienta con que se dotó al Hombre, desechada por la anterior civilización, a la que equivocadamente nada más le interesó la Razón. Estamos redescubriendo la Percepción, miles de años después de abandonarla. Las más fenomenales capacidades humanas que muy antiguas civilizaciones sí conocieron, pero que la anterior descalificaba como de ficción o paranormales o ?psíquicas?, resurgen hoy. Ahora conocemos que el raciocinio o la conciencia o la inteligencia no es el principal fruto del árbol mental. Fuimos más allá y al fin vimos que había mucho más, tal y como estaba escrito que hemos sido creados ?a Su imagen y semejanza?? en capacidades. ¡Y lo que nos falta por aprender!

Hizo de nuevo una pausa para beber otro sorbo de agua. Le pareció escuchar un susurro, la voz de su hermano Isaac, quien hacía casi veinte años vivía en África, en la hoy poderosa Federación de Abisinia, como el embajador de Nueva Israel. Aunque Nueva Israel no era propiamente un país, sino un gran estado dentro de los Estados Unidos de América, fruto de la unión de los antiguos estados de las Carolinas y una parte del territorio de Virginia, después de unas contundentes pero tranquilas elecciones unificadoras y de reforma constitucional en el 2019. Ethan nunca ha sido su gobernador ni se interesó por cargo político alguno, más bien se convirtió en el líder o guía espiritual de la comunidad, reorganizó su iglesia como una colectividad ecuménica a la que bautizó ?Comunidad de Nueva Israel?. Isaac era algo así como un embajador honorario.

De nuevo escuchó la voz de su hermano que susurraba: -¡Ethan, vamos?!

 

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