Estamos en junio, mes dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. Aprovechemos, pues, para que el corazón amantísimo de Jesús, que arde amor por los hombres nos una en las llamas de su amor y acoja El nuestras penas y alegrías. Muchas veces en el diario vivir nos sentimos preocupados y ahogados, inmersos en la sociedad de consumo, tensos por las preocupaciones de todo tipo. Pero en donde encontraremos la paz y el sosiego que anhelamos, es en el Corazón de Jesús; si acudimos a ÉL nos sentiremos confortados y serenos, capaces de vivir en paz con nosotros mismos y los demás; así podremos hacer frente a la vida, llenándonos de paz y alegría contagiosa porque no estaremos solos para enfrentar la lucha diaria y podremos cantar y vivir aquella canción: “vida de mi vida, vida de mi amor, ábreme la herida de tu Corazón”…
Delia Eloísa Dousdebés Veintimilla.
05 de junio del 2018
