se quiebra,
se fragmentan los reflejos
en la mirada de mil árboles muertos.
Se pierde el aire,
se ahoga,
en el sonido que no le cabe
y se destroza a galope de piedra.
Se disuelve el cielo,
Se diluye,
acanalado en mil gargantas ennoecidas
a tarantos de alfileres de cristales empañados.
se pierde,
enroscado a fuego en la curva blanca infinita,
midiendo la distancia de sus catorce cuernos.
Se derrama el papel,
se desborda,
entre pisadas de yedra y olivos negros,
granos amargos de las hermosas uvas de mármol.
Se apaga el sol,
se muere,
sin dar paso a la noche que le contiene,
ojos de ceniza fría azul y verde.
Agonizan las rosas,
se marchitan,
de seis en seis desfilan tristes y ennegrecidas,
reservando vida roja en sus afiladas espinas..
----- Whyme ------
03 de octubre de 2002