El sosiego en la estela de la existencia mía,
la cascada de tu risa y mirar me han robado,
te entregué todo aliento, mi ser, mi pleitesía,
la excitación de mi delirio se ha adueñado.
La pasión en mi ser te ha concebido mi dueño,
y el intervalo de mi noche oscura es eterno,
en conmoción soy presa de lujurioso sueño,
macerada en perfidia del lascivo pantano.
La duplicidad de mi perturbación malsana,
despoja y seduce el recato de mi cordura,
invadiendo mí moral como tierra en besana.
He aquí que me descubro despojo de locura,
prisionera de esta indecente pasión insana
disimulando mi degradación tras mesura.
Ana María Moreno Pérez