En mi lento caminar
los senderos del destino
tuve que toparme contigo
en algún camino incierto…
de esos insospechados
que nunca transité antes
y sin ningún motivo
entré en tu vida sin pensarlo dos veces.
No sé si me esperabas,
pero estabas ahí, alerta,
con los brazos abiertos
y los labios húmedos esperando mis besos.
Irrumpiste en mi corazón herido de otros brazos
y otras bocas
y otros cuerpos.
Cicatrices mal curadas,
dolores no extinguidos,
sentimientos encontrados que chocaron con los tuyos
y se confundieron en una amalgama total…
Te doy las gracias por ser como eres
Por aceptar mis locuras
Y creer que no lo son
¿Mañana vendrá para los dos?
No lo sé, tal vez, pero el futuro incierto
encierra la promesa de un te quiero definitivo…
tal vez… el tiempo lo dirá