Identificarse Registrar

Identificarse

Índice del artículo

 Avancé con furia hacia mi destino,
Dije, me importa un rábano si quieres o no que lo termine.
Y así, decidido, avancé hasta el final del camino
Me hallé ante una puerta y en ella estaba escrito mi destino.

 No leí las líneas de fuego que lo reclamaban,
Abrí de par en par las puertas y miré lo que el destino me deparaba.
Y vi un espejo y me acerqué con presteza.
Me vi a mi mismo, pero la imagen cambió con sutileza.

 Podría narrar lo que en el espejo había visto,
Más mi lengua se traba cada vez que a la narración doy inicio.
Salí corriendo de aquel lugar en el que mi destino estaba,
Corrí hasta llegar al barco y levé anclas para cumplir lo que el espejo me destinaba.

 Enseguida se formó el viento que tanto me había esquivado.
Llevó mi barco al inicio, al puerto donde todo había comenzado.
Vendí con presteza aquel barco que una vez adorase.
Compré una casa en donde podía por las noches quedarme.

 Me senté durante lo que parecieron siglos,
Escribiendo estas letras que me deparó el destino.
Y las letras de fuego que en la puerta estaban grabadas,
Queman mi mente y matan todo lo que había sano.

 Es destino de los hombres el buscar el propio.
No ha de esperar aquel del valor haciendo acopio.
Ha de ser el que no lo busque siquiera,
Ha de ser aquel que fabrique el suyo sin importar lo que esto conlleva.

 Y estas letras de fuego rojo
Me están matando poco a poco.
Había roto una de las leyes universales,
Busqué el destino y encontré todos los males.

 Sufrió mi cuerpo y también mi alma.
Sufrió mi corazón que tanto una vez amara.
Sufrí yo mismo buscando mi destino.
Y me encontré con nada, me encontré en el inicio.

 Y ahora, sentado frente al tintero,
Pienso en deshacer lo que ya está hecho.
Debo desafiar de nuevo al destino.
Y demostrar que en esta vida soy el mejor marino.

 Más el miedo mis pies al piso tiene clavados,
Mi corazón es algo pequeño, está acongojado.
Mi mente se nubla cada vez que en comenzar pienso,
Más algo me empuja a desvelar todo el misterio.

 Y así, armado de ese algo que mi ser envuelve,
Estoy de nuevo en el combate en el mismo frente.
No pienso en el destino, ni tampoco en la muerte.
Tan sólo en vivir la vida. Vivirla plenamente.

 Viernes, 02 de noviembre de 2001

Por favor comparta este artículo:
Pin It

Grupos

Aprobación
5 Usuarios
Abierto
3 Usuarios

Están en línea

Hay 163 invitados y ningún miembro en línea

Concursos

Sin eventos

Eventos

Sin eventos
Volver