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Quisiera saber porqué cuando la Luna me mira me siento tan intranquilo. Nos hemos encontrado en muchas fiestas, en muchas reuniones, especialmente en la dulce casa del Río, pero nunca como hasta ahora, mientras viajamos en la tenue carroza del señor Viento, es que me doy cuenta que sus ojos brillan en mi interior. El alegre coro que forman lo verdes prados y que cantan a la vista de los serios vientos del norte parece no importar ahora.
La Luna me mira y todos lo saben, mis amigos lo juncos, mis primas las flores mi casero el Río, mi mentor el Sol, todos lo saben y las estrellas murmuran que mi ser la ansía, que yo también la miro como ella me mira. Cuando se detenga la carroza hablaré con el anciano Tiempo que por ser eterno es el mas venerable, le pediré que sea mi padrino y con él a mi lado le pediré a la Luna que sea mi esposa, seguro me aceptará, su mirada me lo dice.
Que hermoso está todo, el universo nos prestó su elegante sala, alumbrada con diáfanas luces galácticas mi novia brilla con esplendor, un coro majestuoso se eleva en notas bellas, los prados y las estrellas han unido sus voces. El venerable Tiempo parado junto a mi espera la llegada de mi novia Luna que tomada del brazo del majestuoso Sol viene pausadamente a mi lado.