Identificarse Registrar

Identificarse

Índice del artículo


Más tarde, después de escuchar por espacio de media hora los agradecimientos del ladrón y el aplauso de la gente conmovidos con la acción del muchacho, nuestros amigos seguían buscando al Quijote. Alejandro seguía a Juan Carlos mal humorado. Para nada le había gustado la acción de su amigo. Después de un rato de tortuoso silencio, decidió hablarle.


- Juancho, sinceramente no entiendo porque hizo eso.


- ¿Hacer qué?


- ¿Porqué dejó libre a ese pendejo? ¡El casi lo destripa y usted le da como premio la libertad!

- Píenselo Alejo, - Juan Carlos miró a su amigo con curiosidad. - Ahora, él sabe que si alguien hizo algo bueno por él, tendrá que hacer lo mismo. - Sonrió con alegría. - Te puedo asegurar que a partir de ahora ese ladrón se va a dedicar a una vida honrada.


- No. - Alejandro seguía negando con la cabeza. - Ahora va a seguir atracando. Lo que usted hizo, fue dejar una plaga libre.

Bienvenido a la comunidad de escritores, poetas y artistas del mundo.

 

Aquí podrá darse a conocer, conocer a otros, leer, disfrutar, compartir, aprender, educarse, educar, soñar y vivir el mundo de fantasía que hay en todo artista.

 

¿Quién sabe? ¡A lo mejor también es uno!

Lo más leído

Están en línea

Hay 250 invitados y ningún miembro en línea

Concursos

Sin eventos

Eventos

Sin eventos
Volver