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La oscuridad era repentina sobre mi alma, las luces escarlatas de las farolas de los carros negros, que tapizaban las calles, cesaban en estos momentos. Mi habitación estrecha acogia dentro de si a un cuerpo putrido y lívido.


Era el mío. No entiendo que pasaba con el o porque me miraba, tendido boca arriba, desde la alfombra afelpada que se teñia de un rojo oscuro a su alrededor.


Las sombras bailaban a la par de un foco que oscilaba desde el techo, mas sombras que cuerpos habia en aquel ya misterioso lugar.

 

 


 


Mientras bajaba de mi auto, ya tarde cuando el sol ya no mostraba el mas minimo de su brillo, sentía el frio acometer mis andares cansados. Era una noche comun como cualquier otra, las farolas de los carros me iluminaban sin cesar al pasar cerca de mi cuerpo, cansado, triste, por la reciente perdida de mi unico ser querido. Mi amada niña.

Noctambulo subía las escaleras del edificio al cual me dirigí al salir de mi auto, mirando atras viendo como alguien mas pisoteaba mis recuerdos, aplastaba mis andares y perseguia mi intimidad. No me inmute.


Subí dos niveles más hasta encontrar la habitación en que esa noche me acogeria, para dormir o quiza intentarlo.


Entre, y al girar sobre mis pasos para sellar con mis manos el picaporte, esto ya estaba hecho. Tras de mí una silueta sigilosa, oscura como el miedo que asedia sin cesar una ídea, me miraba con los ojos entornados.


Sentí su mirada y me quede pálido, solo articule unas cuantas inmadureces no dignas de una persona de mi edad. No dije nada.


Sentía su calida respiración acrecentarse sobre mis hombros, ahora inhibidos.


Fue como un cazador acomete a su presa encarcelandola y dejandola sola alejada de su manada, que en algún momento fué su protección, asi estaba yo acorralado, sin palabra que escapasé de mis delicados labios, frio, inmovil, estatico.


No pude sentir como, mientras estas cosas revolviase mi mente, algo atravesaba mi vientre con agudo dolor infartante. No senti. No, no senti.


Fue cuando abri los ojos y me dí cuenta de lo que pasaba. Cuando ella murio. Ya estuve muerto desde entonces. Ya no sentía. Ya no amaba desde que se fue.


Ahora ellos vinieron por mí. Ahora les pertenesco. Soy uno de ellos, que contemplando mi cuerpo desangrado sonrien a la noche. Eso fué todo y nada más...


   


Nota: Si tu me dejas, en realidad no me dejarais pues implicitamente yo estaria contigo.Sin mi.

 


Omar (Anima)

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