El cigarrillo tiembla en la comisura de los labios, el sonido de la radio del coche suena mas fuerte, el camino es amplio y vacío, el viento ruge en los costados y el recuerda el cuerpo de ella volando por la ventana del quinto piso del hotel donde la había llevado.
Se vistió como pudo, salió a la calle, se compró una cajetilla de cigarrillos y se fue sin mirar para atras. Tomó el coche, sacó su dinero del banco y se fue hacia huyendo por la carretera.
Ha puesto el cigarrillo en su boca y busca el encendedor en su chaqueta..., solo encuentra el pañuelo de ella, manchado en sangre, la sangre que salió de su boca cuando la golpeó para que se callara...
Solo su pañuelo sacó...
La carretera, el viento, la soledad, el atardecer, el campo abierto, las manos al volante, nadie a cien millas a la redonda y un alma que no podrá deshacerce del pasado.
Solo tiene adelante soledad, definitiva soledad.
Fin