Erase una vez en un país muy lejano, había un rey que tenía tres hijas y la menor era la más prudente y juiciosa, como ocurre en todos los cuentos y las dos mayores desobedientes y envidiosas de su hermana pequeña. Un día las hermanas le pidieron a su padre que enviara a su hermanita donde su esposa la reina, que vivía en otro país, pero era una disculpa para matarla por el camino. La idea era que una de las dos heredara el trono que el rey pensaba dejar a su preferida.
El rey se convenció porque su mujer poco había compartido con su hija menor y para allá envió a su hija. El país quedaba muy cerca del polo Norte y hacía mucho frío, pero la princesita llevaba ropa de invierno, eso la salvó porque los asesinos se estaban congelando y tuvieron que regresar por abrigos. Pero las princesas malas los amenazaron con cadena perpetua si no cumplían las órdenes. Entonces se devolvieron y alcanzaron la comitiva de la princesita muy cerca de su destino.
Al grupo de su ahijada los congeló y quedaron convertidos en estatuas de hielo que todavía existen en la entrada del reino de la mamá de la niña. el poder de esta hada era el de congelar todo lo que era malvado y su nombre era Hada Helada.
NOTA: Este cuento lo escribí con mi nieta de nueve años.
Edgar Tarazona Angel