Gotas de lluvias, “sacuden los ventanales”, golpeando con suavidad sobre el techo de la casona antigua. Unas manos temblonas, intentan llevar a la boca su pipa, los dedos se deslizan sobre los vidrio para “delinear un corazón”, su mirada queda prendida allí; en las pasivas partículas que le evocan “aquél día”… su cuerpo agobiado por los años ¡se estremece!, sus ojos azules son invadidos por; chispas de llantos que caen sin prisa, hasta bañar sus mejillas, sus reflexiones son embriagadas por; un sustantivo propio; José Luís
- ¡Oh Dios mío! ¿Sabes bien de cuantas lacras soy poseedor? No soy digno de exigir explicaciones, más una Interpelación se eterniza en mí. Hasta hace unos meses o años ¿instituyo? , da lo mismo el i mente transitando por cada fibra de mí ser; ¿Por qué?... día, lugar y hora, menos la cuidad, “esto de la latitud y la longitud me lleva de cabeza” por; lo avanzado de mis años, mi alzhéimer. ¡Qué sé yo! Recuerdo que en nuestro sector también vivía un chico de catorce años aproximadamente. De cabellos dorados, ojos color miel y contextura delgada, de caminar torpe y cuerpo encorvado. Sin buscarlo coincidíamos en nuestros momentos de esparcimientos aquí en nuestra vecindad. Seguramente estaba rubricado en el libro de la vida “su nombre” junto al mío, para así estrechar la brecha generacional y dar paso a la amistad entre ambos, sin reticencias y nuestras soledades conjugaren al unísono el verbo “AMAR”.
- ¿Qué le hace atípico un ser humano de otro? ; El desarrollo, motor, intelectual, emocional, color de piel, estaturas, clase social. Aquel conjunto de capacidades un poco más tarda, marcan en el chico, ser: “Disímil” al resto de los críos de su edad ¿Será por eso que su papá siente la libertad o ligereza de llamarlo “imbécil”?.
El Joso dejo en mi vida tantas enseñanzas. Incluyendo dogmas como que;
- Tú sabes que…; el papá Dios no vive en el cielo nada más tata?
- Si Joso querido la creación nos habla del amor de Dios, Jehová envía mensajes en las aves, flores, océanos etc.
- Respuesta correcta tatita ganas premio, “un abrazo”.
- “Perdona hijo” la cuestión de fe, en mí caso es muy frágil. ¿Quizás? Concreta. Como no veo a Dios, ni le huelo, se me dificultad profesar en él.
- No tata, “tú fe esta dormidita” y con que aprendas a mirar con ¡los ojos del alma! La sentirás linda ¡ ya verás!.
- Sé que un día llegara el hada de los bosques y me concederá un deseo.
- ¡Hay tata!…Sueño que mi mamita. Mientras me abraza dulcemente, me cuenta una linda historia y me besa con “amor” muchas veces, “todas las veces del mundo” me parece sentir su calorcito y su aroma. ¡De aquí a la luna sería feliz tata!
- ¿Y en donde está tu mamá?. - El me respondió…
- El papá dice que ella murió por;” mi culpa” y ahora no sabe qué hacer abandonado, ella lo traiciono, por mi ¡un engendró del demonio! y la mamita le hace falta ¡como el aire para respirar!.
Así pasaban los días para dar tiempo a que se gestara aquella página.
Aquella jornada el padre de Joso regresa de su trabajo, (le pude observar desde esta ventana) me pareció extraño su caminar.
Al rato salió el chiquillo a comprar ¡da lo mismo! ¿qué? Mi corazón se acelera al verle mirar hacia acá. Alzo mi mano en señal de saludo y él elevas las suyas en formas de avecillas voladoras. Al rato le veo pasar de regreso con un pequeño bulto entre sus manos.
Al llegar a su casa comenzaron los gritos e insultos que se escuchaban claramente desde acá:
- ¿En qué quedamos tarado endemoniado ?, tu estúpida cabeza ¿No es capaz de retener una orden? Pasa la botella para acá imbécil , ¡no era este! te dije TINTO.
Ante tanto griterío y súplicas del chiquillo, me llena de coraje tal abuso, armándome de valor apresuro mis pasaos para ir en su ayuda. La puerta estaba junta. Allí me quedo petrificado. Más hoy maldigo mi cobardía al quedar oculto en aquella impunidad .Las luces del salón estaban encendidas dándome la oportunidad de observar con claridad hacía en interior del inmueble. Mi corazón da un vuelco al observar a mi amigo allí ¡tiritando! tapando su carita con las manos esperando resignadamente aquel castigo.
El individuo lanza un golpe de puño en pleno rostro del chico. ¡Me retuerzo de dolor!, aprieto mis manos para golpear también, pero mis pies quedan clavados al suelo.
Dios mío, ¿porque? Rasga la noche al igual que un rayo unas manos en alto, otro golpe lleno de ¡Furia y otro, otro! y otro. Aprieto mis palpados para no ver esa masacre. Asfixio mi garganta ahogando un grito. El Joso, queda tirado en él pisó como un trapo viejo. Nada conmovía el corazón de ese progenitor, sus oídos eran sordos a las suplicas
- No, no, papito no, ¡no me pegue!, prometo que conseguiré las mejores notas en el colegio. Por;¡ favor papá!, ¡Soy tu hijo! por mis venas corre tu misma sangre ¡tú me engendraste! ¿Con amor? hasta el perro es digno de compasión de parte de su amo te lo suplico ¡hay, hay me duele! ¡Sé que soy un estrobo en tu vida!, “Yo igual así” ¡Te amo por ser mi papacito. “Papi” yo, yo, escúchame por favor tengo frío estoy cansado ¿Porque no podemos ser felices solito los dos? construyamos un puente yo te espero al otro lado con mis manos extendidas para seguir caminando juntos. ¿Perdóname? detén tus manos y pies ¡te ruego!.
El individuo seguía golpeando, cual energúmeno, a modo si el cuerpo del pobre chico fuera un saco de patatas. SI “él hombre aquél”. Hubiese, tenido la visión qué sería la última vez de ver con vida a su “cachorro” Seguramente habría “suavizado su mirada” dado la vuelta y estrechado fuerte contra su pecho y narrado con amor una última fábula, mi media luna en dónde; aguardan los besos y caricias, las risas de los chicos y las manzanas rojas-verdes y los sueños sin plasmar.
- Papi, ¡no te marches!, ayúdame me duele, tengo frío, tiemblo involuntariamente, está muy oscuro acá ¡por favor! enciende la luz, no cierres la puerta, tengo miedo ¡Ven por favor!, dame tu mano, ¡Te necesito! , miente al decir ¿qué me adoras?, papacito “te amo más que mi vida”, que feliz la entrego para que tú también lo seas. ¿Sabes? Llego el momento de abandonarte, , no sé dónde iré ¿a quién encontrare, en este éxodo? ¿Quizás vaya al infierno como tú me dices? Papaíto ayúdame no me dejes sumido en esta desolación, papitooooooo ¡agua por caridad!. Regálame la felicidad tu rostro sea lo último que advierta.
El progenitor poseyó la frialdad de entrar en su cuarto, encender la luz “cambiar su camisa ensangrentada”, luego dirigir sus pasos firmes hacia el baño, mirándose al espejo con inusual ingenuidad, lavó sus manos, su cara peinó sus cabellos, aplico perfume en su cuello, apago las luces y se marchó cerrando la puerta dejando al pobre chico “tirado en un charco de sangre”. Distingo salir al sujeto de su casa. Cual ladrón. Me escabullo con sigilo hacia el interior con pasos vacilantes, me acerco al muchacho casi mutilado, mi amigo querido ¡no podía respirar! ¡Santo Dios! no puedo creer Dios mío ¿no lo permitas?
- Ayuda por favor! aquí un chico esta “muriendo”.
¡El silencio se eternizo! Los relojes contuvieron sus manecillas, la risa de la Chiquillada enmudecía, los vehículos no transitaban por las calles desiertas. Intento contener la sangre del rostro del chico, todos mis esfuerzos son tan inútil!. Sus ojos me observan con aquella suavidad “atando nuestras almas para siempre”.
- ¡Al fin tata!, “seré feliz.”. Me marcho a la casa con nuestro padre.
En ese momento mis brazos se tornaron enérgicos y no temblaron para estrecharle
- Mírame chiquito ¡por Dios! Quédate con migo Noooo te duermas ¡te amo¡ Anhele con todas mis ímpetus detener el tiempo y no fuese el presente, si no el pasado y esto solo fuese una pesadilla de la cual despertar.
El Joso estirando sus brazos:
- Salgo A una casa grande, todas las madrecitas entre ellas la mía, esperan la llegada de sus hijos hilando collares de estrellas. No estés afligido señor tata Camilo, cuando llegue tu hora ¿Si te portas bien? comes tus cereales, tus almuerzos y medicinas iras a ese lugar, te abriré la puerta.
- No, digas verbosidad sin sentido, que no logro entender, me hablas de otro papá, de una nueva casa ¿Qué hay si ese otro viejo tuyo se encoleriza? ¿de la misma manera te golpeara como tu padre terrenal?
- Tata, Diosito es maravilloso conjugando el verbo ¡enamorar!, jamás su mano se alzaría contra alguien a no ser que sea para arrullar. Tatita, me duele el pecho ¡me falta el aire!, ¡hay!, ¡Hay que dolor! “Saca este cuchillo qué tengo enterrado acá” Tatita por favor ya no resisto. Aprieta mi mano ahora ¡tengo frió mucho frió!
- Noooo, no nene lucha, solo resiste no por Dios eres mi conexión directa entre los sentimientos dulces y mis limitaciones humanas. Pronto llegara la ayuda y todo estará bien, te daré aire con mis manos, dime, ¿ te sientes mejor? ¿Verdad que sí?, Ahora ¡no te duele! ¿Dime que sí por favor?
- No me avergüenza decir, que en ese momento trate de cómo le llamaba el chico. ¡Orar eso Rezar!: ¡Padre nuestro!, que estas en los cielo santificado sea tu nombre, hágase tu voluntad... y no la mía aunque en esos momento nada compendia de lo que ocurría. Ayuda acá, un hijo tuyo inocente agoniza en mis brazos ¿por qué no le defendiste? ¿Cuantos cuerpecillos de chiquillos buenos yacen mártires ante el atar de los Sacrificios? Y sus victimarios… ¡Huyen impunemente bajo la sombras! de la noche sin recibir castigo.
Lógicamente el padre del cielo guardo silencio.
¿Los jueces con su toga?, no definitivamente ellos no son capaces de descorrer el manto de dudas dictando sentencias que al parecer su brazos nunca alcanzará a nuestros ¡congénere inhumanos! Las últimas palabras de mi amigo fueron:
- Tata un caballito blanco como la nieve, cabalga sobre un arco iris de muchos Colores, ¡aguarda por mí! Tatita cuando me extrañes, búscame en las estrellas, en el croar de los sapos en los Charcos, en el as de luna que entre por tu ventana. Me gane un par de alas como premio, que tengo ganas de estrenar ahora, algún día planearemos, juntos cruzaremos las montañas que tanto quise conocer tocaremos tu y yo las nieves comeremos palomitas de maíz. Tatita ya no me duele nada, serás por ¡siempre; Mi amigo ¡ mi hermano!, “mí tata”…
- Joso de mi alma te llevare constantemente en mi corazón. Lo juro Joso, lo juro.
- P-a-p-i-t-o. ¿Estarás feliz? ¿Me darás miles de besos cuándo tú y yo nos encontremos, con la mamá? Sé que, diosito nos bendecirá, al fin seremos una familia que nunca fue. Tata estoy rozando el cielo con la punta de mis dedos…
Pude ver como la luz de los ojos del muchacho se extinguía como la llama de una vela, consumida lentamente disipándose como polvos de estrellas suaves y brillantes así sé marcho mi amigo, con su sonrisa tierna y sus ojitos de agua, silenciosamente.
Me quede a su lado. Afuera la lluvia arreciaba con furia, la luna se esconde, los faroles se apagan, las estrellas fenecen. Rasgos mi camisa, con furia en señal de dolor. Perdí la noción del tiempo y del espacio ni idea cuantos minutos, horas o días transcurrieron ¡no lo sé! aun silba en mis oídos el sonido de la sirena de la ambulancia, la gente vestida de albo, que Invaden la morada haciendo miles de preguntas, que no logro coordinar respuestas por; haber permanecido “en el lugar de los hechos”. Cuáles acontecimientos? Un chaval yace sin vida eso no es un hecho es una; “maldición” aunque se quiera dar otra connotación
Me sorprende ver la ligereza con la que algunos individuos extraen unas cámaras con sus flashes tomando fotos, como si el cuadro allí alcanzado, fuese digno de ser retratado y realizar una obra maestra, plasmada en un lienzo con un único elemento a emplear ¡sangre inocente!
Luego introdujeron el cuerpo del Joso, en una bolsa de plástico lo subieron al vehículo, corro detrás, mis pies agotados tropiezan y caigo.
Cuando por fin encontré los restos de mi muchacho, lo llevaban en una caja de madera rumbo el campo santo, en absoluta soledad. Un hoyo, negro y frío aguardaba triunfante los restos de mi amigo para que durmiera allí para siempre. Sentí tantas nostalgias de su voz y risa, más que nada, sus manos cuando me acariciaban yo, yo, “le amaba”, ¡aun le amo! Él y yo conformamos notas musicales para cifrar en nuestro pentagrama melodías, que permanecerán inconclusas en aquella dimensión desconocida, a la espera de su maestro para ser ejecutada.
Sé que ¡está feliz! en algún lugar del infinito, no sería justo que no fuese así.
Todo lo que intente expresar está demás. Las luces eternamente encienden en el Alma… “¡Nada es imposible!”… continúo acá rasguñando recuerdos, secando lágrimas, ¡Rumiando impotencias! “tocando almas y puertas cerradas” vagando por este valle aguardando con ansias la hora que el creador me cite.
Una mariposa azul se posa en mi ventana, “hasta pronto Joso” nuestro mutuo cariño traspasara las fronteras tenebrosas, mi muchacho amado solo espera por mí para que juntos conjuguemos el verbo olvidar…
Autora: Herana López