El Inicio De Lo Antiguo
Me estoy preparando para la marcha, una marcha que he adelantado. El pueblo me comunica su afecto y me invita a volver, aunque pienso todo lo contrario, sobre todo con esos jinetes de lo obscuro que matan, violan y destrozan todo a su paso; aunque no estoy seguro del porque de su paciencia, al no invadir nuestra comunidad; pero no sabéis cuanto lo agradezco, ahora, debido a que mi madre a muerto, y con ella, mis ganas de seguir aquí, me veo obligado a viajar al norte, a las tierras heladas donde vive mi abuelo Zranok.
Me he despedido de todo el pueblo, ellos han sido para mí como una gran familia, pero ahora comprendo que aquí no hago nada, y tengo dudas, que espero que mi abuelo me ayude a superar en este reto propuesto por mi mente. Ahora abandono mi morada con mi viejo carruaje, impulsado por unos caballos que me han sido regalados, debido a mi inminente marcha. Dejo una puerta abierta, me comentaba una vieja amiga de mi madre, yo afirmaba con rotundidad, pero no creo volver a estas tierras infestadas por la peste y por esos vándalos del demonio que espero no ver jamás en mi vida.
La aldea iba quedando en la lejanía a mis espaldas, delante de mí, en cambio, se habría un camino hacia, sin duda, lo deconocido, pero era mi destino, solo me preocupaba llegar cuanto antes a casa de mi único lazo familiar, mi abuelo. Antaño, había sido escudero de un rey de la zona, que había desaparecido con su imperio. Había luchado y vivido en una corte real, eso para mí y la razón de mi indecisión actual, fueron suficientes para el viaje; un viaje que luego, desearía haber echo antes, mucho antes, pero no por la sencillez, comodidad y agradabilidad del mismo, ni mucho menos; esa es mi historia, y así os la contaré a todo el que la quiera oir, ahora sentaos y escuchad, ya que esto es lo que recuerdo...