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Las calles de la ciudad están relativamente vacías, solo el movimiento mañanero las perturba, poco a poco se van llenando de cientos de automóviles que se mueven raudos por ell as, el tránsito se va poblando como una tormenta de invierno, suave pero apresuradamente.
 
Mientras los minutos van pasando también la actividad se acrecenta, la gente entra y sale de los automóviles como una caótica comunidad de hormigas totalmente desorganizadas, y los altísimos edificios se van llenando de personas descontentas que quisieran tener cinco minutos mas de descanso, especialmente a la hora de ingresar a la oficina.
 
Pero todo esto que sucede en el centro de la ciudad, contrasta con lo que sucede en la periferie, allí las cosas van quedando mas tranquilas a medida que pasa el tiempo, la mayoría de sus habitantes ha ido a sus trabajos y no volverán sino hasta muy entrada la tarde, y es precisamente en uno de estos barrios semivacios donde empieza esta historia.

Las casas que están sobre las aceras de dicha calle son sencillas y modestas, casi todas son iguales pues forman parte del plan de vivienda de una sola empresa y es en ésta donde trabajan casi todos sus ocupantes. Toda la calle está prácticamente en silencio. Solo en una pequeña ventana se denota actividad, el sonido de una radio encendida rompe el silencio de los alrededores, una melodía rítmica y bastante movida delata que allí vive una persona joven. De pronto la música deja de sonar y la luz se apaga, por las escaleras de la vieja casona se escuchan pasos apurados bajando por ellas.

- Su alquiler jovencito - Es la anciana dueña del lugar la que corta en seco el apresurado caminar del muchacho. Tiene aun puesta la ropa de cama y mira sin asomo de simpatía al nervioso inquilino.

- No lo tengo aun señora, pero no se preocupe que se lo pago esta tarde - Se acerca hasta el propio oído de la anciana y le dice susurrante - es que esta tarde tendré mucho dinero -

- Esa canción la estoy escuchando desde hace bastante tiempo joven -

- Esta vez le prometo no fallarle, las otras veces no le pagué porque no me salieron bien las cosas. Pero como ya tengo un trabajo seguro, todo esto va a cambiar, ya lo verá -

- Eso espero, y lo digo por su bien, joven, porque si no me paga lo que me debe hasta mañana a mediodía, encontrará sus cosas en la calle, me entendió? -


- Por supuesto, señora, pero no se preocupe que se lo pago hoy..., como se lo prometí, esta bien?-

- Que así sea pues. Pero no me falle -

- No lo haré. Hasta luego señora -

- Hasta luego -

Y ambos se retiran del lugar dirigiéndose a sus prontas ocupaciones; el muchacho hacia la calle y la señora a su inamovible sofá para tejer interminables vestimentas que regala a los niños pobres en las fiestas de fin de año.

Nuestro joven amigo va caminando tranquilamente por la calle, pensando en la suerte de haber encontrado trabajo en una empresa nueva pero que promete un futuro muy auspicioso. De pronto una brillante luz azulada, como una centella de bengala, cruza velozmente cerca de su rostro, instintivamente se agacha a un lado para esquivarla, cuando está por
incorporarse una nueva luz pasa por detrás suyo y lo golpea, siguiendo ésta a la anterior que había aparecido.

Desde el suelo ve cómo ambas luces van cruzando una y otra vez la calle de un lado a otro, de una esquina a la otra; él se da cuenta que ambas luces no son iguales, una es mas oscura que la otra, aunque a primera vista ambas parezcan tener el mismo color azul plata, también se da cuenta que ambas luces tienen una base diferente, de la luz oscura su base es verdosa, gris y rojiza, mientras que de la luz clara su base es una mezcla de amarillo y naranja, con pequeños puntos rises.


Se incorpora y se oculta detrás de una de las puertas de las casas cercanas y de allí ve cómo las luces van perdiendo se figura palpitante para aparecer en lugar de estas dos figuras humanas que mantienen alrededor suyo una especie de aura que tiene las mismas tonalidades de las amébicas luces.

- Esta vez no escaparas, Sensor - Dice en tono desafiante el ser de la tonalidad azul oscuro.

- Eso es lo que tú crees, tonto, el cazador mas tonto de todo el universo - Responde el otro con tono igualmente desafiante y mas agresivo. Y antes de que el primero pudiese reaccionar, el nombrado Sensor descarga un rayo gris sobre su cabeza y provoca que aquel especie de casco que le protegía la cara vuele por los aires.

- Ja, ja, ja..., ahora estoy seguro que eres un perfecto idiota, no tardaras en morir y nadie podrá evitarlo. Vamos!, anda!, envíame una descarga si aun te quedan fuerzas para hacerlo!.-

Pero el otro ser no puede siquiera moverse, solo está inclinado tomándose el cuello y la cabeza, como si no pudiese respirar y un dolor mayúsculo quisiera partirle la cabeza como una nuez, y poco a poco su aura de luz va desapareciendo, aquel azul oscuro se va haciendo mas invisible cada vez, y la base se torna de un color guindo muy profundo.

- Pobre estúpido - continúa diciendo Sensor - creí que eras mas inteligente, pero al final fui yo quien triunfó, quédate aquí a morir, yo buscaré cómo disfrutar mi victoria en este extraño planeta. Adiós estúpido!, y que tengas una dolorosa muerte. - y tornándose nuevamente en esa brillante fuente de luz deforme, se aleja ráudamente hacia los cielos.


El joven que lo ha visto y escuchado todo se acerca velozmente al caído y tomando el casco que está a unos metros y se lo coloca nuevamente en la cabeza.

- Gracias - responde el humano con los ojos llenos de sorpresa y desbordando una desesperación que parecería estar cubriendo todo su cuerpo  - Gracias, pero ya es muy tarde, moriré de todos modos, se podré evitar una cruel agonía - Su voz parece salir de todas y de ninguna parte, le sorprende escucharlo aún cuando sabe que aquel ser no ha abierto la boca
para nada.

- Quien o qué eres?- pregunta incrédulo.

- Soy XOR. Guardián cazador del universo. Un humano del planeta Serla -

- Vaya...- Es lo único que se le ocurre decir a nuestro héroe

- Y tú quien eres?- Pregunta XOR

- Me llamo Alex y soy de la tierra..., digo, de aquí - Titubea


- Bien Alex, el destino a querido que Sensor no se salga con la suya -

- Qué quieres decir?-

- Que tu deber es capturarlo -

- A quien!, no te entiendo, explícate -

- Vamos por partes. Debes capturar a Sensor, porque es el criminal mas buscado y peligroso del universo, y además porque tú fuiste y eres el único a quien puedo recurrir -

- Pero es que no puedes agarrar tu transmisor y llamar a alguno de tus compañeros para que venga en tu ayuda?-

- Creer que te lo pediría si pudiera hacerlo?. Este planeta es un perfecto bloqueador de señales debido a lo cargada que se encuentra la atmósfera que lo rodea, es por esta razón que Sensor preferirá quedarse para evitar ser descubierto y solo tú sabes que existe y que está aquí -

- Pero qué ha hecho?-

- Su principal afición es asesinar, vive para ver morir todo lo que le rodea, fue construido genéticamente, pero un accidente genético que no se pudo controlar deformó su personalidad, sus creadores fueron una pareja de renombrados científicos quisieron darle a su hijo propiedades extrañas, poderes ilimitados, el control de la mente en toda su magnificencia, todo ara que éste pueda ser útil a su raza, y se lo dieron (en parte), pero algo sucedió y se convirtió en un criminal, un perfecto asesino...- Se detuvo porque se dio cuenta que no le quedaba ya muy poco tiempo de vida. - Alex, escucha - su voz se hacía mas lejana, casi ya no se puede oírlo - ya no queda mucho tiempo, debes hacer algo, decide si continuaras mi lucha  dejarás que este abominable ser mate y siembre el terror en tu planeta -


Alex no sabe qué decir ni qué responder, aun le parece que todo esto es solo un sueño, una trampa de su mente. - Qué puedo hacer yo?, solo soy un ser humano común y corriente, que debe trabajar para vivir y que solo ve peleas por televisión. No se nada de nada con respecto a los criminales y mucho menos sabría cómo atraparlo, no tardaría mucho tiempo en matarme, igual que a ti...- termina señalando y mirando incriminadoramente al individuo y como queriendo reparar su falta le dice:

- Perdona XOR..., es que estoy asustado, no se lo que debo o no debo hacer-

- Debes tomar una decisión ahora, ya no queda tiempo y él debe ser atrapado, qué decides? -

- Aun no entiendo cómo lo atraparé y que tiene que ver que acepte o no. Puedo decirte que bueno, ahora, pero luego olvidar el compromiso -

- Yo te ayudaré, aun después de que muera, pero para eso debo tener tu consentimiento -

- Esta..., está bien, no se lo que estoy haciendo pero está bien, lo haré, lo haré!- Contesta con nerviosismo.

- Tomaste la mejor de las decisiones, ahora ven, acércate, déjame tocarte la frente -


Y algo receloso aún Alex se acerca, inclina su cabeza y siente la enguantada mano del moribundo sobre su cabeza, siente cómo si una fuerte y extraña presencia saliera de su cabeza hacia la mano de aquel ser; de pronto un choque eléctrico lo sacude y toda esa fuerza, toda esa presencia, que lo abandonara instantes antes regresa aún mas impetuosa, siente alentarse su cuerpo y un fuego que le quema las entrañas se apodera de él, la mano parece quererse entrársele por la cabeza, ya no puede aguantar mas, quiere gritar pero no puede, quiere librarse de aquel tormento pero está inmovil, su cuerpo no le responde, el dolor crece aún mas, y una furia incontenible arrebata sus sentidos, lo enloquece. De pronto la mano cae y todo termina, el dolor desaparece, el ser aquel queda inerte en el piso de aquel lugar. Trata de poner sus ideas en orden pero aun no ha desaparecido la furia.

Cuatro luces azul-claro se acercan raudas, quien mirara hacia arriba no podría verlas, se mimetizan con el cielo, se acercan al cadaver del extraterrestre, han pasado apenas unos minutos desde que éste murió y de la partida de Alex. Una voz extraña, como el chillido de una gaviota, se deja oir:

- Allí está, donde se los dije, por fin nuestros problemas han acabado - las cuatro luces son ya otros cuatro seres humanos rodeados de aquel extraño aura, tres de ellos están parados mirando al cuarto que examina el cuerpo. De pronto este ultimo mira a todos y dice:

- No tiene el círculo rojo en las manos!-


- Como?!- Contestan los otros en el mismo idioma. Con esa expresión de asombro en el rostro que parece ser universal. Y se acercan al cadaver para comprobarlo ellos mismos.

- Es cierto. Pero es imposible!, no pudo haberse Incorporado!, no había nadie mas aquí!-

- Estas seguro Sensor?- Pregunta uno que parece tener autoridad sobre los demás. Sensor piensa un poco y responde:

- No..., no lo estoy, me pareció ver a alguien, pero estaba tan ocupado que no me percaté, la única explicación es que el que estuvo aquí estuviese a mis espaldas -

- Pues parece que así fue - Le contesta otro que tiene una aparato extraño entre las manos - Hay huellas de algo biológico en el lugar, especialmente muy cerca de XOR- termina diciendo mientras hace una señal con la cabeza indicando el lugar exacto.

- Pero a pesar de todo no tuvo tiempo...,le quité el caso con el rayo, esperé a que muera...,es imposible! es imposible que se haya Incorporado -

- Se lo quitaste?- Pregunta el jefe mientras señala la cabeza de XOR.

- Aun lo tiene..., pero..., les juro que se lo quité - Dice Sensor sumido en una especie de ataque desesperado.


- No lo dudo, seguramente fue el que lo observaba quien se lo colocó de nuevo, y seguramente se dejó convencer para que XOR ocupase su cuerpo -

- Pero..., me quedé aquí esperando a que muera -

- XOR ya hizo ese truco muchas veces, seguro adelantó su proceso biológico y lo reconstituyó cuando tu te fuiste. Pero ha debido ocasionar que sus respuestas físicas sean irreversibles el hecho que te quedases aquí esperando, por eso no le quedó otra salida que el de Incorporarse al cuerpo del desdichado que estuvo observándolos -

- Pero cómo, si el idioma terrestre es complétamente distinto del nuestro - Acota uno del grupo.

- No olviden que XOR estuvo aquí muchas horas antes que nosotros, ha debido estudiar el proceso mental del habla para conocer el idioma, para controlar sus cerebros. Ellos están desprotegidos de sus poderosas ondas mentales -

- Si solo supiéramos cómo era ese terrestre...- Termina diciendo Sensor.

Alex regresa a su habitación con un fuerte dolor de cabeza, tiene cientos de cosas en que pensar, sin embargo siente que ninguna de esas cosas le pertenece, el recuerdo del extraterrestre moribundo aun le tortura el cuerpo, sin embargo recuerda menos cada una de las cosas que había hablado con él, de pronto no recuerda si en realidad pasó lo que pasó, extrañas lagunas mentales aturden su mente, lo único que queda es esa furia incontenible que parece ganar terreno en su espiritu a cada instante.


- Ashrrakreiii - murmura - Ashrrakreiii - dice, y de pronto entiende sus extrañas palabras, "muerte", eso significa lo que pronuncia, como lo sabe?, su mente aun divaga entre el presente y un pasado impuesto, entre su alma y aquella que
lo inunda como un fango oscuro y perverso - Ashrrakeiii - sigue diciendo, mientras sube las escaleras de su pensión pateando las cosas que encuentra a su paso.

- Jovencito!, ya está bien de tanto escándalo!, todo lo que está rompiendo se lo descontaré de su alquiler!- Grita la anciana dueña desde su puerta,

Alex se acerca y mirando directamente a los ojos de la dueña de la casa, esboza una extraña sonrisa y le dice:

- Quiere su alquiler "señora"?, pues aquí lo tiene - El puño cerrado que se estrella con furia y sin misericordia en el rostro de la anciana. La furia que nace de adentro de su ser lo incita a continuar y continúa, continúa mientras rie, rie y goza mirando a la anciana retorcerse y salir volando a cada golpe puño del joven, este sigue con el martirio, golpeando la cara de la anciana, lanzándola contra los cuadros que adornan el pasillo de la casa. Cae la inocente muerta sobre un banco del pasillo y el criminal sin conciencia toma un cristal roto de los muchos que hay en el piso y graba su nombre sobre el  completamente desfigurado rostro de la anciana.

Y como si su instinto o el del ya desaparecido Alex lo guiara, se dirige a "su" trabajo.


Entra a escondidas en el taller de mecánica que hay al lado del edificio donde se supone que debe trabajar, toma un barrote que está colgado de muestra en un aparador y sin mas ni mas golpea al primer empleado que se acerca por el lugar. "No basta con golpearlo", parece pensar, "hay que hacerlo con zaña", parece ser su consigna.

La sangre que se vierte por el piso parece incitarlo mas todavía, sale del taller y entra al edificio por el estacionamiento, toma el ascensor y sube a las concurridas oficinas de los pisos de arriba. Cuando sale del aparato, tres cuerpos quedan tendidos dentro de aquel cubo de metal, ni siquiera supieron que pasó, solo sintieron una barra de metal que desparramó por las paredes y el piso su conciencia y su vida.

En las concurridas oficinas del piso 23 hay un pasillo que ha quedado en penumbras sin razón aparente y en él, un extraño Ente espera a que aparezca su nueva víctima...

- Donde puede estar?, donde!- se pregunta Sensor con desesperación mientras pasea su luz azul-claro por toda la ciudad, buscando un hombre con un círculo rojo en la palma de la mano y un rastro de sangre como camino...

F I N
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