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A continuación, lo que pretende este trabajo es analizar los planteamientos propuestos, en primer lugar por Paul Collier con su trabajo "Economía de la Guerra Civil, Delito y Violencia" desarrollado por el grupo de investigaciones para el Desarrollo, del Banco Mundial, es preciso aclarar que de dicha investigación solo se abordaran los tres primeros capítulos de la investigación, esto con el fin de observar las dinámicas de la economía en el conflicto. En segundo lugar, se abordaran dos artículos, el primero desarrollado por Daniel Pécaut, "Guerra, proceso de paz y polarización política" y el segundo, por Gonzalo Sánchez Gómez, "Guerra prolongada y negociaciones inciertas en Colombia" esto para sustentar la idea de la Singularidad en el caso colombiano.  Finalmente lo que se pretende es relacionar algunos de los planteamientos de los tres autores para así encontrar posibles similitudes entre el papel que juega la economía en el conflicto centrándolo específicamente en el caso colombiano.

Paúl Collier, director del grupo de Desarrollo del Banco Mundial, y por ende director del grupo de investigadores que desarrollaron el texto llamado "Guerra Civil y Políticas de Desarrollo" es el responsable del trabajo que se va ha desarrollar a continuación, y donde se intentara explicar el por qué de la importancia de la guerra civil, sus costos económicos, sociales en ámbitos no solo nacionales sino también regionales y globales, sus actores, además de la relación con las causas del posible desarrollo de una guerra civil.

En primer lugar debemos entender a que se refiere el autor cuando habla de guerra civil, pues bien, la guerra civil se entiende como aquel conflicto que se desarrolla en una misma nación, es decir, es cuando los actores en conflicto pertenecen a una misma nacionalidad y se disputan el poder dentro de un mismo territorio, por ende, podemos afirmar que la guerra civil es lo contrario a una guerra internacional, donde actúan al menos dos o mas estados-nación. Lo que no significa que las guerras civiles vayan a tener repercusiones en la región de donde se desarrollan o a nivel global, este punto será explicado mas adelante.

Ahora bien, el primer capitulo desarrollado por Collier es aquel que abre la discusión entre los costos tanto económicos como sociales que trae la guerra, en este caso específicamente la guerra civil, es decir, los costos que tiene el país directamente afectado no solo en relación a los combatientes, sino en relación a toda la sociedad.

En términos económicos, a la hora de una guerra civil, posiblemente los primeros costos que se reflejan en la disminución del gasto publico son las inversiones hacia la salud o la infraestructura tal como plantea el autor, los gobiernos deben aumentar los gastos militares y por ende el recorte presupuestal de la nación se ve afectado inmediatamente en el cubrimiento de otras necesidades, como las citadas anteriormente.

Así mismo, un país que este en guerra además de aumentar su inversión en la violencia y reducir sus otros gastos, para mantener dicha guerra, sufre indudablemente de la  huida masiva de capitales de inversión, no solo el de la posible inversión extranjera sino con el capital interno, las familias y empresas por obvias razones ven amenazadas sus pertenencias y lo que hacen es huir de sus hogares, poner su capital en otros países, lo que contribuye a agudizar la crisis económica y aumentar los gastos de guerra de una nación. 

Los costos que se tiene específicamente en el ámbito social, los podemos clasificar dentro de dos grupos, el primero y quizá el mas obvio son las víctimas mortales, que no son únicamente  por parte de los combatientes, en gran numero la población que no esta participando directamente en el conflicto es quien sufre mas perdidas humanas, en segundo lugar se presenta un fenómeno que se relaciona directamente con la fuga de capitales, el desplazamiento forzado es quizá el segundo mayor costo que debe pagar la población a la hora de una guerra civil. 

La conclusión de este primer capitulo, hace referencia a las consecuencias negativas que la guerra civil trae a un país, en términos muy generales parece obvia la relación que tienen tanto los factores económicos como los políticos y así mismo la relación entre los costos que tienen, no se pude pensar únicamente la guerra civil como un problema político o económico, como se dijo anteriormente la relación con respecto a lo social esta completamente ligada a la realidad de la guerra civil, sin dejar a un lado los costos que tiene la guerra, es decir, el mantenimiento de la misma en términos militares, sino los costos ambientales y sociales que estas ocasionan. 

En el segundo capitulo, Collier aborda ya no las principales causas económicas y sociales de la guerra civil, sino lo que el va a considerar como los efectos secundarios, en esa medida, prestaremos atención a las repercusiones ya no solo en el territorio donde se desarrolla el conflicto sino el problema región mundo que este puede representar.  

Los efectos económicos secundarios que la guerra proporciona se involucran directamente con la región en donde se este desarrollando el conflicto, Collier propone la clasificación de “Vecinos” para entender así el riesgo de los países que comparten fronteras con el país en guerra. 

El primer problema que encuentran los países vecinos es el que tiene que ver con los procesos masivos de migración, ligados directamente a lo planteado anteriormente con respecto al desplazamiento forzado, este problema lleva a que los países vecinos tomen medidas migratorias que ayuden a frenar ese fenómeno, en segundo lugar Collier afirma que el riesgo de que en los países vecinos se desate también la guerra es mayor, los gastos militares que se invierten a la hora de cuidar las fronteras representan también menor inversión en otros temas que antes podían ser prioritarios lo que además representa que este país deje de ser atractivo para la inversión extranjera.  

Con respecto a los efectos secundarios de la guerra en términos sociales, sin duda tienen que ver con lo que se dijo en el punto anterior, el desplazamiento, es decir, el sin numero de refugiados que llegan a los países vecinos, las implicaciones mas negativas de este fenómeno tienen que ver con la trasmisión de enfermedades y de nuevo el incremento en las tasas de mortalidad y criminalidad en los países vecinos, “La Guerra civil ha sido una razón fundamental que sustenta el incremento observado en la incidencia de la malaria. El conflicto afecta la incidencia de la malaria directamente, cuando los refugiados no inmunizados entran en contacto con personas contagiadas, cuando huyen atravesando zonas rurales y selváticas para llegar a un país extranjero” (Banco Mundial, 2004, p. 26). Eso quiere decir que dadas las condiciones de la guerra, la probabilidad de la transmisión de enfermedades en la región aumente considerablemente, en la medida en que las condiciones de los refugiados no son las mejores y que además el flujo de personas se ejerce con controles mínimos de un territorio a otro.

Las repercusiones globales no son menos graves que las regionales, si bien, si son en gran medida diferentes, están también acarrean así mismas grandes problemas económicos y sociales, la investigación demuestra que en países que estén afrontando guerra civil, el negocio del narcotráfico y la comercialización de drogas ilícitas aumenta considerablemente. El problema entonces, es aquel que tiene que ver con el del narcotráfico.

Finalmente el tercer capitulo, nos presenta los factores que hacen que un país este propenso a la guerra civil, desde cuatro posibles factores el autor pretende responder esa pregunta. El primer aspecto que se puede considerar para entender las posibilidades de que exista la guerra civil es el que tiene que ver con la geografía del territorio, en la medida en que su geografía cuente con zonas montañosas, selváticas, diferentes pisos térmicos y además un amplio territorio, esto puede colaborar a la factibilidad de una guerra civil, en segundo lugar, se considera el predominio Étnico o Religioso en un país, en esta medida si las elites o un gran numero de la población perteneces a una religión o a una identidad étnica, esto aumenta considerablemente las probabilidades de que exista guerra civil, en la mediada en que por estas características las posibilidades de enfrentamiento son mayores que cuando existe diversidad de raza y religión, en tercer lugar,  la apropiación de los recursos naturales, es otro factor que posibilita el conflicto, la lucha por la apropiación de los recursos naturales puede derivar el conflicto en la medida en que estos pueden generar inmensas utilidades en términos económicos a los rebeldes, finalmente, la desigualdad económica, es otro factor que se debe tener en cuenta, en la medida en que dichas desigualdades pueden motivar a la formación de grupos rebeldes.

Así mismo, los grupos rebeldes cuentan con características propias de organizaciones políticas y militares que poseen, lo político entendido  como el discurso y las posiciones ideológicas que deben tomar para el reclutamiento y aprobación de la población en su lucha y militares, en la medida en que esto grupos actúan militarmente para efectuar sus cometidos, es decir, están obligados de reclutar y efectuar entrenamiento a los rebeldes para enfrentar la guerra. ((Banco Mundial, 2004, p. 63).

Ahora bien, ya desarrollados los planteamientos de Paul Collier, entramos a desarrollar la singularidad del caso colombiano, es decir, ahora tendremos en cuanta tanto a Daniel Pécaut y Gonzalo Sánchez. El primer texto que vamos a abordar es del de Daniel Pécaut, en la presentación de su texto nos habla acerca del éxito en primera vuelta de nuestro actual mandatario, Álvaro Uribe Vélez, y explica como hasta ese momento, año 2002 la preferencias electorales colombianas se encaminaban siempre hacia los candidatos que proponían una solución negociada del conflicto.

Con Uribe evidentemente esta preferencia queda relegada y ahora pareciera que la inmensa mayoría de los colombianos comparten la idea de la resolución del conflicto por medio de las armas. La primera pregunta que va a plantear el autor es la idea de que en Colombia exista una “cultura de la violencia” en la medida en que la violencia misma ha estado presente en la historia colombiana, pero sin embargo, los niveles de violencia que Colombia ha reflejado a lo largo de su historia no son diferentes a los de los países vecinos, además no se puede olvidar la tradición institucional colombiana, que lo caracteriza a nivel global y especialmente latinoamericano por el hecho de que a lo largo de un siglo no ha vivido sino un solo golpe de estado militar. (Pécaut, ) Pero tampoco se puede negar que a lo largo de la segunda mitad del siglo XX estuvo marcada por el surgimiento de guerrillas y grupos paramilitares.

En segundo lugar Pécaut  plantea bajo que condiciones se da la expansión de la guerra, es claro en afirmar que el caso colombiano no representa una guerra civil clásica, en la cual gran parte de la población se identifica con un campo o el otro. Tampoco entendida como una guerra alimentada por antagonismos religiosos, étnicos o regionales. Más bien una de esas guerras civiles contemporáneas interminables. (Pécaut) Ahora bien, además del surgimiento de grupos guerrilleros, el paramilitarismo agudizo mas el conflicto y en esa medida le expandió mucho mas, la lucha ya no solo se libra con las guerrillas sino con los paramilitares que además gozan de apoyos importantes entre sectores privilegiados, hacendados, burguesía rural y narcotraficantes.

Finalmente el autor habla tanto del fallido proceso de paz en 1998 con el gobierno Pastrana y la visible polarización que comienza a adoptar el país con respecto a la guerra. En el primer caso, es preciso decir que ha sido el último intento de negociación con las guerrillas, y que su fracaso se debe, entre otras, al hecho de que ninguna de las partes  estaba dispuesta a ceder lo necesario para que la culminación de  la guerra fuera efectiva, es decir, el gobierno decidió implantar nuevas políticas como la del Plan Colombia, como estrategia complementaria a la negociación y las FARC hicieron del Caguan un territorio donde la ley que imperaba era la de ellos, además de seguir practicando tanto el secuestro como extorsiones y demás acciones que atentaban contra la seguridad nacional.

De ahí se comenzó a gestar el camino hacia la polarización, el cambio entre el deseo de la negociación al del clima de guerra, el enfrentamiento armado. Los atentados del 11 de Septiembre son precisamente los que vienen a fortalecer las voces de polarización, la dinámica del mundo eventualmente había cambiado y por ende el gobierno colombiano no fue apático a las nuevas condiciones mundiales, el estatus adquirido como beligerantes fue olvidado e inmediatamente fueron calificados como terroristas, la propaganda política se enfoco especialmente en la idea de la destrucción de las guerrillas, el proceso paramilitar evidentemente fue distinto, no olvidemos que contaba con apoyos importantes  de las elites rurales colombianas.

Con respecto al texto de Gonzalo Sánchez, podemos entender la singularidad del caso colombiano desde dos enfoques, el primero la multiplicidad y el segundo desde la interdependencia. Multiplicidad de violencias en términos de sus orígenes, objetivos, geografía, modus operandi y estrategias, las diferentes violencias de que nos habla Sánchez podemos caracterizarla históricamente desde dos grandes momentos, el primero la colonización antioqueña en la primera mitad del siglo XX y el segundo el cual nos interesa la colonización contemporánea, la cual se deriva de la actividad guerrillera y los cultivos ilícitos. 

Asimismo, la multiplicidad de las violencias puede caracterizarse desde lo rural a lo urbano, los grupos insurgentes los cuales en su inicio estuvieron primordialmente en las zonas rurales y que luego vinieron a instalarse en los cascos urbanos y dentro de las grandes ciudades, juegan también un papel determinante en la multiplicidad de violencias y practicas de violencia, es decir, la aparición de los sicariato, de las conocidas limpiezas socia como violencias urbanas, así como en el campo rural la aparición del paramilitarismo con financiamientos de empresas territoriales y hasta estatales.

Con respeto a las dinámicas que vinieron tomando  el conflicto a lo largo de la segunda mitad del siglo XX y las prácticas conjuntas a las del narcotráfico que nutrieron económicamente a los grupos insurgentes están también la deshumanización cada vez mas agudo del conflicto, la practica del secuestro por parte de la guerrilla considero todo tipo de violaciones a los derechos humanos, el trato de nula vida en cautiverio no genero más que repudio a nivel nacional y mundial, así mismo, por parte del paramilitarismo la practica de las desapariciones forzadas, el aniquilamiento sistemático de la Unión Patriótica.

Finalmente los procesos de Paz parcelada que ha venido llevando Colombia desde los años ochentas, procesos en su mayoría fallidos que no han contribuido a la humanización del conflicto, al contrario   después de cada negociación aparentemente se fortalecen y radicalizan aun mas las posiciones en contra posición, es decir, las negociaciones causan el efecto contrario, cada vez aleja mas las posibilidades de dialogo entre las partes, de ahí que actualmente las posiciones políticas frente al conflicto son completamente beligerantes y no se contempla de ninguna manera la salida negociada del conflicto.

 Ahora bien, después de haber explicado a grandes rasgos cada uno de los textos lo que se pretende a continuación es relacionar al menos dos elementos en común que tengan cada uno de los textos, para así, entender la relación entre las dinámicas económicas del conflicto y la singularidad del caso colombiano. En primer lugar considero sumamente importante entender el caso colombiano desde la perspectiva económica que nos plantea Collier, sin lugar a duda en los últimos años, la concentración de dinero y de recursos se ha destinado en una inmensa mayoría al fortalecimiento y la modernización de las fuerzas militares colombianas, esto con el fin de persuadir a los grupos insurgentes por la vía militar, es claro que tanto los planteamientos de Pécaut  y de Sánchez están encaminados hacia la transformación que ha vivido el conflicto colombiano y como la discusión sobre la salida negociada al conflicto a quedado un poco limitada y se ha aumentado el esfuerzo  de contrarrestar la guerrilla en el campo militar, las consecuencias entonces, son precisamente  las que plantea el texto desarrollado por el Banco Mundial, la reducción del gasto publico en temas como salud, educación e infraestructura. 

En segundo lugar, el fenómeno del desplazamiento presente a lo largo del conflicto colombiano, además con cifras escandalosas, los tres autores coinciden en la idea de que este problema no solo es una consecuencia de la guerra sino que además afecta enormemente las dinámicas económicas del país.

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