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Al hacer mi lectura de “Cien años de soledad “ ordené los acontecimientos bajo la idea del incesto. Lo mismo ocurriría si leyera la obra interesado en la historia nacional, o buscando el perfil del hombre caribeño. El relato tiene infinidad de acontecimientos mágicos en donde el lector termina aprisionado y no sabe frente en que situación se encuentran los personajes. No sabría orientarse entre la diversidad de acontecimientos. Lo digo a causa de mi experiencia propia. Leí la novela en varias oportunidades y diferentes épocas de mi vida, habiendo pasado desapercibido el tema del incesto. Debo destacar mi sorpresa de investigador cuando concluyo que la obra pretende buscar la pureza de la sociedad, como una idea mítica, negando el mestizaje. Sabemos a través de los modernos estudios de la lingüística y la sociología, que esta obra es fruto del mestizaje cultural del caribe y de la sociedad hispanoamericana. Tuvieron que pasar quinientos años después del descubrimiento para que apareciera una obra como “Cien años de Soledad “. La caída de Macondo se debe a las prácticas incestuosas, como se puede inferir de su final en donde las estirpes no tendrán una segunda oportunidad sobre la tierra. Esta obra no es un canto al mestizaje y menos al mar Caribe fuente y sustento de esta cultura tropical.

Abordando el tema propuesto, el incesto inicia la civilización macondiana. En el segundo capítulo Ursula se ponía antes de acostarse un pantalón rudimentario que su madre fabricó con lona de velero, reforzado con un sistema de correas entrecruzadas, cerradas adelante con una gruesa hebilla de hierro. Así evitaba consumar el matrimonio con José Arcadio Buendía, conocedores de los perjuicios derivados de casarse entre primos y atemorizados con los recuerdos de sus parientes lejanos, no se arriesgaban a tener una vida marital común y corriente. El interés en la narración cobra fuerza cuando Prudencio Aguilar recrimina en público su impotencia sexual a José Arcadio Buendía después de perder una pelea de gallos y conocedor también de un rumor callejero de que en ese matrimonio no pasaba nada. José Arcadio Buendía atraviesa con una lanza a Prudencio Aguilar; inmediatamente para evitar las consecuencias de ese asesinato la familia Buendía inicia un peregrinaje que los llevará hasta Macondo.

García Márquez después de escribir esta obra ha reincidido en el tema en 1.996 cuando adaptó al cine la tragedia de Sófocles Edipo rey, con el nombre Edipo Alcalde. En el libreto de la película trata el tema con un enfoque no tan ingenuo y primitivo como en la novela, conservando la violación a la norma prohibida.

La prohibición del incesto según lo ha estudiado Claude Levi-Straus (Las Estructuras Elementales del Parentesco, Paidos ) es una ley universal, definida como una ley de intercambio social. Si no existiera esta ley la sociedad no pudiera desarrollarse y quedaría en un estado de atraso inaceptable. En términos amplios, con el énfasis de esta prohibición aparece la cultura como desarrollo social, en donde las mujeres podrían intercambiarse con los hombres de otras latitudes. Es conveniente conocer las apreciaciones de Dolmatoff (Gerardo Reich, Los Kogui, F. C. E.1.985) en donde, según su análisis, las normas establecen la separación de los deseos con respecto a las mujeres de la tribu: la comida del jaguar es el puerco, así el hombre jaguar se casa con la mujer puerco, la comida de la Zarigueya es el armadillo, la comida del búho es la culebra, la comida del puma es el venado. Los Kogui simplemente advierten los hechos, cada animal se une con el que representa su comida, una unión en donde el comer y cohabitar se simbolizan mutuamente.

Así como el incesto, también el asesinato del padre es un tema recurrente en la literatura, desde Sófocles en Edipo Rey pasando por Dostoyesvki en los “Hermanos Karamazov”. Este asesinato va asociado al deseo de la madre. En “Cien años de soledad “no se asesina al padre, pero amarrarlo en vida al castaño, desaparece como una representación no solo simbólica sino real. Este desaparecimiento en términos actuales se llama la desvalorización del padre como una tendencia generalizada de la sociedad. La muerte del padre en “Cien años de soledad “, ocurre así: “se necesitaron diez hombres para tumbarlo, catorce para amarrarlo, veinte para arrastrarlo hasta el castaño del patio, donde lo dejaron atado, ladrando en lengua extraña, y echando espumarajos verdes por la boca”. Decisión que se puede asimilar a un parricidio, al no hallar explicación aceptable para inmovilizar un hombre lleno de energía y vida. Con ese precedente cae todo el poder en manos de Ursula, toma las determinaciones para modificar la casa, organizar provisiones y mantenerla abastecida y especialmente, transmite la norma de la prohibición del incesto. Sus palabras caían en el vacío. Los incestuosos aplicaban las palabras de José Arcadio (hijo) recordadas cuando se mencionó la prohibición: “ no me importa tener cochinitos siempre que puedan hablar”.

 

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