Una vez más en la oscuridad de la noche solo con mis pensamientos me hundo en las profundidades de la consciencia. Infinitas estrellas nacen y mueren en el silencio del triste cuarto en el que me encuentro.
Escuchando el silencio que me rodea vienen a mi mente ideas melancólicas sobre el por que de las cosas, eventos que podrían haber cambiado mi vida y de las personas que me rodean. Mi mente se deja llevar por ideas abstractas hacia un mar de granos de negra arena, que solo se confunde con un cielo igual de oscuro y confuso donde una delgada línea blanca forma un horizonte dando la esperanza de luz al final de un mundo vacío.
Aparece un personaje curioso, con una silueta redonda y sombra curiosa en la que se pueden todos los colores del universo y a la vez ninguno. Saltando apurado se apresura a cruzar el desierto de cabeza en el que vagan las ideas como un viento suave que solloza extrañando la razón.
Un golpe profundo seguido de uno suave y adormecedor se desplazan por el indescriptible mar de ideas, pero de donde vienen estos sonidos tan distintos como dos gemelos criados por distintas familias, que poco a poco limitan la locura que rodea el todo y la separan en dos como un canal mismo riachuelo fácil de cruzar pero inimaginablemente largo que se pierde en la misma línea del horizonte.
El miedo surca el cielo donde antes solo existía un gran vacío, explota en miles de colores sobre la bóveda celeste de este paisaje tan familiarmente extraño en el que me encuentro tendido mirando como se ilumina con este gran destello de sentimientos que se encuentran separados del mar de la conciencia por un delgado horizonte. Me pregunto: ¿de que escapa este extraño personaje?