La Supervisora escolar penetró solemne en el salón de clases. Con una sincronización perfecta los doscientos estudiantes del nivel AX-100, de la Correccional Sideral ubicada en el asteroide ET-1948, se pararon y en la sala no se escuchó ni un murmullo.
Un muchacho tosió y el látigo electrónico de la Directora de la institución le cruzó la cara dejando un rastro sanguinolento y olor de carne quemada; la Supervisora sonrió.
Una hermosa muchacha morena, de inmensos ojos verdes, bostezó con mucho disimulo, la Directora la vio y la silla de la chica la congeló durante unos segundos, para despertarla luego y dejarle una sensación de sepulcro que permanecería varios días.
El maestro del curso estaba asustado junto a la Supervisora escolar. Si demostraba el menor atisbo de emociones sufriría un shock en los testículos.
El alumno más rebelde se revolvió inquieto en su silla con deseos de pararse y gritar; en el tablero electrónico de la supervisora aparecieron sus malas intenciones, entonces esta oprimió un botón de la consola y un rayo instantáneo lo fulminó en su puesto… lo único que permaneció flotando en el aire fue un aroma eléctrico y un resplandor cegador.
La Supervisora escolar sonrió con satisfacción, esta Directora sí que sabía mantener la disciplina en un aula de clases.