Una vez encontré un montón de universos paralelos en el interior de una caja de cerillas. Toda vez que encendía un fósforo, vislumbraba a través de su llama espuria, débil y breve, un tipo distinto de realidad alternativa.
Me vi junto a un yate, junto a un carrito de supermercado, con todas mis pertenencias a cuestas, junto a un obús, ocupado en verificar la espoleta, junto a una pancarta por la paz. Me vi mujer, jardinero en Roma, penitente en Santiago, loco en Estambul. Me vi a mi mismo encendiendo un fósforo.
Una vez encontré un montón de universos paralelos en el interior de una caja de cerillas.