Hay sueños que parecen realidades porque son demasiado reales y esto le pasó a un amigo hace unos días, lo sé porque me lo contó con detalles.
En medio del letargo de un sueño lento se vio inmóvil en una silla sin poder moverse. Con mucho esfuerzo respiraba, no sentía palpitar su corazón y cuando quiso abrir los ojos o moverse no pudo; era consciente de sus pensamientos, pero no lograba ningún movimiento.
Como no sentía dolor dejó vagar su pensamiento por el pasado recordando acciones agradables y algunas dolorosas. Pensó que alguna vez le dijeron que en instancias anteriores a la muerte uno recordaba su vida pasada como en una película y sacó en conclusión que estaba muerto. Entonces se sumergió en un abismo de total oscuridad.
Al siguiente día se puso al día con deudas y visitó amigos y familiares, uno nunca sabe, me dijo, y de pronto ese sueño fue una premonición. Después de contarme su sueño nos despedimos con un abrazo fraterno y quedamos en encontrarnos el viernes a tomar unas cervezas.
Hoy es viernes y estoy en la funeraria donde velamos su cadáver antes de las honras fúnebres.
Edgar Tarazona Angel
