¿Quién es tan insensible de robarte el corazón sin dar la cara? En un vuelo de segundos te convertiste en alguien tan importante para mí y yo aquí pensándote, sin tener idea de quien eres. ¿Fue crueldad o timidez tu abandono?
Iba caminando por la calle, como cualquier otro día, y sin previo aviso me diste un beso tan cálido, tan dulce, que me dejó sin aliento. Sacudí mis brazos en busca de ti pero lo único que pude percibir fueron tus apurados pasos alejándose. Confundido como me hallaba, quise retomar el camino a casa, mas no pude, pues me percaté en ese momento de que había soltado la correa de Tom, mi lazarillo.