Tenía yo como cuatro o cinco anos, cuando una tarde de verano decidimos mi hermano y yo, comernos unas mandarinas debajo de un hermoso sauce llorón que había en mi barrio.
Mi hermano, que es dos anos mayor que yo, fue siempre para mi algo así como un maestro, alguien a quien podía yo acudir para buscar respuestas a las grandes interrogantes que a mi corta edad pudieran presentarse.
El, siempre tan seguro de si mismo, solía enfrascarse en libros de toda clase para absorber toda la información posible, la cual a su vez estaría a mi entera disposición, mientras yo me dedicaba a tratar de aprender como fabricar un barrilete casero, a dominar mi yoyo o como disparar mi onda con precisión.
Esa tarde, cuando pelábamos las mandarinas y jugábamos a escupir las semillas lo más lejos posible, mi hermano se detuvo a observar un tordo negro que se había posado en los cables eléctricos de la cuadra.
Yo por mi parte me distraje con una oruga verde que avanzaba lentamente por el tronco del sauce.
-Mira, le dije, ese bicho nos puede picar- Fue la frase perfecta para que se disparara el mecanismo natural interior que El tenia esperando, para así poder desplegar todo su potencial educativo.
-No se dice “bichos”, son animalitos divididos en tres grupos- me interrumpió con seguridad.
Yo fruncí mi ceno y luego alce mis cejas esperando una explicación.
-Los que vuelan son pájaros, los que nadan son peces y los que andan en la tierra son terrestres- me dijo con seriedad.
- Ah!!- respondí.
El continuó:
–Los terrestres también tienen dos grupos, los de cola corta como los osos y los de cola larga como los monos-
Siempre había asociado la cola con el pupu, pues por esos tiempos aun no perfeccionaba el arte de limpiar correctamente mi traserito y solía recurrir a la ayuda de mi abuelita. Por lo tanto en ese momento razone que los monos, ya que tenían “cola larga”, utilizaban esta para “hacer su pupu”. Pero luego llego la pregunta más importante para mí.
-Y los que se arrastran por los árboles como ese gusano verde o las arañas?-
-Bueno- me respondió, - todos esos sí son bichos.