Orando ante el mausoleo de su esposa muerta, le contaba todos los pecados contra el amor
que había cometido toda la vida, y de los cuales ella nunca se enteró.
Una voz cavernosa le dijo: “lo vas a pagar muy caro, maldito…”
El infiel murió de un infarto fulminante mientras surgía de la tumba
la hermana de la difunta que estaba aseando el monumento.