No sabría decir exactamente como empezó todo. En mi defensa puedo decir que tampoco entiendo, que no planee sentir esto, además trate de mantenerlo en secreto; pero al estar junto a tí todo se tornaba ameno, los problemas no existían y los días eran llenos de alegría.
El estar contigo me llenaba de vida. Entonces note tu profunda cercanía, y la falta que me hacías cuando junto a mí no te tenía. Entendí que eras tú quien abriría en mi una nueva herida. Quise evitar los sentimientos que a mí venían, pero fue absurdo, pues cada día me enamoraba más de tu sonrisa.
En el momento que más feliz te veías exploté de celos porque alguien te pretendía, me llené de irá al ver que tu amor a otro le pertenecia... Entonces sentí como el alma se me rompia.
Tuve que entender a fuerza que ni me pertenecias, que por mi nada sentirías, en ese proceso perdí el alma, desgasté la vida y desde entonces soy como una flor marchita.
Ya no te vivía, en las noches ni dormía, y en el día solo te veía con resignación, pues era un juego y en eso consistía... En verte feliz y enamorada mientras a oscuras yo te deseaba.
POSDATA: llegará el día que pueda sostener tu mirada, tomar tu mano y simplemente no sentir nada. Un día te diré adiós ya no te quiero, no sé cuando ni dónde, pero cuando el momento llegue... Solo vete.