El peso de la caña no es correcto, la paga no es ni siquiera un tercio, del valor real. El negro suda profundo alborotando los ojos. Solo quiere un pago justo, el capataz se alborota tocando el tambor alertando los guardias del ingenio azucarero.
El negro Alfonso ve a distancia un escuadrón. Toma su mujer con la izquierda, al niño peña con la derecha. No tiene opción. Entra al cañaveral de prisa. El capataz indica la dirección correcta arrebatando un fusil al soldado Jacinto y uniéndose a la persecución la negra preñada ha dejado de correr, agarrando sus pechos ensangrentados y gritando como pensando que se podría escuchar en el cielo cuida a peña Alfonso.
El se detiene y colocando al niño en una pequeña cueva, el soldado le dispara al pecho pero no acierta. El negro se agacha tomando una roca y rompiéndole el cráneo al soldado, abraza con fuerza a su mujer ensangrentada por el fuego de la oligarquía. Mira a los lados, pero esta rodeado de canallas. Es capturado con vida y condenado a prisión. El informe dice por intentar robar al estado no solo caña de azúcar sino la LIBERTAD y querer ser como el pájaro carpintero. Libre....