Cuando ya de verdad se haya entregado todo. Cuando sepamos describir a detalle la no lógica. Y se baile en un museo tan solo un vals. Cuando la filosofía pueda, en efecto unificarse. Y se entre en el territorio de una primera duda, de un primer guion. Cuando los astronautas lleven brújulas a Plutón. Cuando se adquiera una raíz, un aspecto real, profundo y no exista ni…
Cuando nosotros mismos nos hallamos embriagado re-pe-ti-da-men-te. Y una ecuación esté a punto de in-fan-ti-li-zar-se, sin miedo, sin ego, sin analizar. Cuando ya, la exigencia del rigor, de una exactitud haya cuadrado y merezcamos sentir por dondequiera o caer en el estado más vergonzoso sin saber cómo salir, no importa, siquiera. ¡Qué importa!, ven a bailar con nervios, misterio, admirando todo, entendiendo nada, con los zapatos al revés y el vestido roto. ¡Ven!, que necesitamos alma, necesitamos un “no es tan obvio”, algo incompatible, espiritual. Solo Ven a bailar que esta sociedad no necesita perfección, nos necesita solo a nosotros…siendo nosotros… necesita personas que amen…
Aleja Bejarano