Como todos los años y sin faltar nadie de la familia, llegamos al cumpleaños número cuatro de Carola.- Su tía como dueña de casa, recibe afectuosamente cada uno que llega a la festichola.-Regalo en mano, buscando a la del cumpleaños, vamos saludando a los que llegaron primero y después tendremos el beso de los mas rezagados.- Se forman diferentes grupos y siempre alrededor de una mesa.- ¡Que placer hay comida de sobra! Quieren un saladito grita la abuela Chela; los sándwiches están deliciosos comenta la tía Josefa.-
El abuelo Alfredo cuenta en rueda de “hombres”, sus experiencias en la Villa. Los que son pescadores a quien sacó el pez mas grande y gordo.-La rueda de mujeres es grande, todas hablan y se entienden, no se como hacen.- La Nona, escucha y sonríe.- Otras escuchan, no participan de la charla grupal pero no se pierden detalle.
Nunca falta la alegría improvisada de Mario y Pablito, logrando la sonrisa de los invitados, con tamboril, pitos y matracas. Pose para la foto, y la sonrisa tenue del más aburrido.- ¡Que lástima se terminó la fiesta! comentan todos, debemos esperar hasta el año que viene.