El manto de mis palabras fluye de mi mente como neblina en un breve instante en que mi mente busca la foto perfecta para reconfortar el día con alegría. busco en esos breves instantes apaciguar la melancolía que por lo natural es parte de mi vida y me embriagó de emociones alegres que diluyen el dolor y las preocupaciones que debiliten mi alma y espíritu. Respiro el aire matutino que trae el día resplandeciente de un gran sol naciente y los sonidos de aves que en el amanecer avisan que ha llegado un nuevo día.
Me sumergí en un instante de aquel hermoso recuerdo y envolví mi piel en nácar de concha de almejas y caracol, el coral vivido de cientos de colores fue mi lecho de descanso, y las corrientes del mar, me arrullaban con su poesía, en un suave vaivén del ir y venir, el sonido del mar allí entre olas, la arena el aire y conchas de caracol viven como un secreto para el que lo quiere vivir. Allí, allí, allí.
