Inmenso dolor he sentido al verte, allí tumbada en tu lecho febril mi pequeña luz eterea y delicada aurora de mi alma. piel de mi piel, sangre de mi sangre, mis ojos se nublaron de gotas de mar, angustiado e impotente al ver tu semblante, era triste y sereno, un nudo en la garganta me ahogaba mi inquebrantable tranquilidad, cristales calidos rodaban por mi cara, un sentimiento me agobiaba y embarga mis pensamientos, la incertidumbre del presente y el mañana estresan mi existencia. Aferrarme a la fe y dejar todo en manos del divino, el universo, el tiempo, o la ciencia es demaciado inefable, ello no ayuda mucho. FEBRIL, FEBRIL, te detesto, fuera de aqui, de mis aposentos, malevola presencia viral, perenne sera mi oracion como luminiscencias en el cielo y el universo.
Para: Nichole 2020