Quantumvis diu curris, Tempus Semper adsequi tecum.
Todo transcurre tan rápido, Que no logramos dicernir el paso del tiempo. ¡Soy un ser ordinario, es más, mucho menos que ordinario! sin nada de especial. Corriente. Con algunos cuestionamientos. ¡Eso sí! ¿Cuál es el propósito de la vida? ¡De nuestra existencia!. Mi mente no deja de cuestionarse. Y, ¡veo la sonrisa de mi esposa y ¡el corazón se alegra! Un, ¡hola padre! ¿como estas? Y, ¡todo vale la pena! He decidido seguir, apesar de las tormentas de dolor, y los huracanes, de tristeza y melancolía que llegan frecuentemente. (Pintó de color azul) la tristeza negra en mi alma. Cada día, cada instante. Cada segundo. Dos o tres grados de alcohol hay en mi sangre hoy.
-- No importa cuánto corras, el tiempo siempre te alcanzará --.