Nos hemos convertido en Polos opuestos a la medida de la nada donde no pudimos controlar el tiempo ni las emociones, mientras todo se fue perdiendo, como un barco dirigiéndose hacia un maremoto que se destruyó en la deriva de su trayectoria tratando de sobresalir de esa catástrofe.
Te alejaste y solo me dejaste un beso en el espejo del baño, junto el olor a esa colonia que tanto odiaba y que tú querías con tu alma.
Todos los recuerdos de tus caricias en todos los putos rincones de la puta casa hacían falta, te llevaste todas nuestras fotos y dejaste una de ese verano de calor sofocante en que solo se nos veía la sonrisa y los ojillos so llorosos de tanto reír, dejaste una caja con los recuerdos más bonitos hechos cenizas.
Te fuiste, y solo dejaste una nota encima de la mesa, con un adiós que dolió más que 50 puñaladas en el corazón. Y aun a día de hoy, no se decir si fuiste una valiente o la más cobardes de todas, y tampoco sé si te fuiste porque ya no me querías o te dolía demasiado quererme tanto que no soportabas más, y lo peor de todo, no sé si te odio o si te sigo queriendo.
