Daniel Ortega es un artista cerriteño que se destaca en la Voz Kids a pesar de su corta edad, pues con escasos 13 años de vida, ya es un reconocido cantante de música popular. Como es obvio, para muchos es extrañamente admirable y para otros es humanamente detestable.
Pero somos una especie sensible y lastimera, no puede faltar quien se lamente porque “…lo que tiene de malo es que ese niño no tuvo niñez…”, ¡POR DIOS!. No logro imaginar qué pasó por la mente de esta mujer cuando me hizo semejante comentario tan inocente… No puede ser que esta noble dama esté condoliéndose porque este jovencito no pasó su niñez pegado a un celular o apachurrado frente a un televisor.
Ojalá todos los niños pasaran su niñez abrazados a un instrumento musical, acariciándose con un implemento deportivo o arrullados por algún libro; esa es la mejor formación para los niños y la más sublime oración por los hijos.
Pero como aquel comentario se descalifica solo, en tal caso, había que seguirle buscando lo malo al trabajo, entrega y disciplina personal y familiar inmerso en el triunfo de este chico, por lo cual echamos mano del cuento de proteger a los niños: “es que el papá ha explotado a ese muchacho desde niñito…”, ¡AVE MARÍA!. No ver detrás del éxito del muchacho el trabajo, voluntad y entrega del papá y su familia sí es estar devorado por un sentimiento tan inmundo como su nombre. Yo no conozco ni a Daniel ni a su familia, no puedo testimoniar cómo ha sido este proceso, de tal manera que solo puedo referirme al resultado visible y el resultado visible no amerita reproche alguno de mi parte; todo lo contrario, si deseo que se multiplique ese ejemplo, por mejores Personas Humanas para una mejor Sociedad ojalá haya más “papás explotadores de niños” y sean menos “papás justos y rectos con sus niños”, que dejan a sus hijos a la deriva por pereza de prestarles atención, por la cándida intención de “no explotarlos”. Muchos de estos muchachos “no explotados” llegan a ser los crueles verdugos de la Sociedad, esa misma Sociedad que un día los defendió de este tipo de explotación. ¡VAYA, QUE ESTAMOS BIEN DESENFOCADOS…!.
Como el argumento fue tan frágil, tocó acudir a la autoridad: “el papá está en problemas con bienestar familiar porque este niño no tiene porque andar trabajando en discotecas y bares hasta altas horas de la noche en medio de trago y borrachos; ÉL ES UN NIÑO… ”. ¡CARAMBA!, cada quien ve lo que quiere ver… también es cierto que no se puede percibir lo desconocido; tal vez yo esté equivocada pero entiendo que el arte y la literatura así como el deporte y la recreación, cualquiera que sea su modalidad, son herramientas únicas para facilitar la concentración y la disciplina; de tal manera que si el muchacho está cantando, donde sea y a la hora que sea, está concentrado en lo suyo (si lo buscan es porque lo hace bien y para hacerlo bien tiene que estar muy concentrado en lo que está haciendo) además un muchacho disciplinado, protegido por su papá en todo momento, en condiciones normales es muy poco vulnerable a la seducción del mal ejemplo.
Q. E. P. D. envidia…