Tampoco me muero
Palabras caen al suelo
como tu mirada y la noche
que se desprende maldita
al sacrificar corazones
que no alcanzaron al amor.
No hablo pero me dicen “silencio,
me falta ver cómo tu sangre
gotea sobre mis párpados
porque yo llegué a amarte,
llegué a querer una ilusión”.
*
Esta vez ya no temo señalar
tu alma yéndose en oscuridad
hacia lo que soñamos siempre:
un instante para podernos abrazar
sintiéndonos.
*
Te pierdo entre tulipanes eternos,
que florecen sobre tu tumba
de raíces en el infierno
donde las risas que asustan
salen de ángeles por abrazar.
Te quemas como cualquier pecado
persiguiendo tres girasoles
que señalan hacia su propio sol,
hacia un montón de emociones
que me quedan por condenar.
*
Esta vez ya no temo señalar
tu alma yéndose en oscuridad
hacia lo que soñamos siempre:
un instante para podernos abrazar
sintiéndonos.
Palabras que se me caen al suelo
se esfuman como nube al respirar
porque amar fue tan incierto,
porque nunca me quisiste escuchar
en silencio hoy.
*
Esta vez ya no temo a dibujar
tu corazón a medianoche
destilando mi hostilidad
al esquivar mis abrazos
y qué pena me das,
te marchas sin nada de mí,
ni mis besos ni lo que llevo dentro
hecho a tu nombre;
no diré que tampoco te quiero,
tampoco me muero.