En un día como ayer, pasaron los minutos inundados de imágenes. Era un cine circundante mostrándome las vidas, las diferencias, los estados, las melancolías y los importaculismos de la gente.
Miles de historias se reflejaban a mis ojos. Miles de escritos pudieron hacerse carne aquel mismo día y cada minuto de él pudo ser relatado.
Saldrían de allí muchos libros…
Pero estaba mi historia.
No la de aquel ni la de aquella….
Mi historia atravesaba cualquier posibilidad de escribir la vida de los otros. Mi vida se está escribiendo. Está siendo plasmada en diferentes libros y no logro unificarla.
Ansiógenas maneras de pensar, me estaban invadiendo, mientras cada gota de lluvia provocó un pare en la noche y me obligó a observarla con más detenimiento. Estoy viendo la vida desde una sala oscura.
La contemplo, la disfruto, y hasta a veces he intentado meterme en ella….
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