Mucho se ha dicho sobre la vida, sobre el amor, sobre la muerte.
En ese largo camino, que al final no es, por arduo y difícil, tan largo como pareció, abundan los tropiezos, las vicisitudes, las amarguras y las tristezas. En ese corto camino que alguna vez nos pareció tan largo, nos van alegrando pequeños destellos de luz cuya energía se nutre de momentos de felicidad.
Que es entonces el amor? Es el placer de tener junto a nosotros a la persona que alguna vez nos puso a soñar? Es la sensación que nos inspira a escribirle a esta persona un poema? o es el mas brillante de los destellos que alumbran nuestro camino hacia la muerte, nutrido de la magia de Dios?
El amor carece de nombre, simplemente esta dentro de nosotros para ser compartido en cada momento de oscuridad, para alumbrar un poquito dicho camino. Tal vez no solo el nuestro, sino el de quien nos acompañe en ese instante de la vida. Mas ese instante ha de pasar, y debemos seguir adelante.
Yo he tenido muchos destellos de luz en mi camino, y en lo humanamente posible, he tratado de alumbrar con ellos el camino de otros.
Por más tenebroso que parezca el sendero que tenemos frente a nosotros, cada destello de amor nos ayudara a llegar al siguiente, como río de agua fresca en el que llenamos nuestra cantimplora para sobrevivir en el desierto, hasta llegar al siguiente curso de agua.
Eso es para mí el amor, un destello de luz divina que algún día se tornara tan reluciente, que durara por toda la eternidad.