Compartir con estas personas te deja agotada mental y espiritualmente deprimidos con el ánimo por el suelo.
Después de tratarlos nos sentimos como una especie de drácula psíquico nos hubiera drenado las emociones, dejándonos deprimidos sin energías, con el animo apagado.
Todos los seres humanos en el transcurso de nuestra vida nos hemos encontrado al menos con uno de estos personajes, es sencillo ¿has conocido alguna vez a alguien que te cuesta trabajo devolverle una llamada por que la idea de hablar con él o ella te cansa?
Existen dos clases de vampiros emocionales, ambos son igualmente tóxicos.
El primero es el vampiro invisible, muchas veces el comportamiento de estos personajes no son abiertamente tóxicos por eso nos cuesta identificarlos para poder identificarlos, por que muchos vampiros emocionales operan “por debajo del radar” en conclusión su comportamiento tóxico no es tan evidente, pues oculta sus actitudes o palabras de manera inocente, esto se debe a que ellos envían mensajes de doble intensión, dicen una cosa pero insinúan otra muy diferente, por ejemplo tu mejor amiga te dice: “Que hermoso te queda ese vestido” “Incluso te hace cintura”, se conoce como el dulce envenenado por que detrás de un halago siempre hay una crítica implícita.
El vampiro Solapado, también recurre al humor como una manera alegre de atacarte sin dar la cara ni sufrir consecuencia alguna.
Ellos operan de la siguiente manera, siempre están bromeando de manera cruel, hacen referencia a tu sobrepeso o al hecho de que no encuentras pareja... Lo mejor no puedes ofenderte pues se trata de una broma.
Ena Patricia Sierra Molina