—No, se equivoca. Es la verdadera Radjha la que está con ella. Yo...
—Silencio, princesa —interrumpió Rhunwer. Yo sé quién es la verdadera Radjha. Lo que quiero saber es con quién está Uhrima ahora. ¿Con alguien igual que tú?
—Sí.
—Bien. Si no me confundo, Uhrima está ahora con ella y contigo misma.
Silvia se quedó perpleja.
—Me temo que no comprendo.
—No es fácil. ¿Cuánto tiempo hace que llegaste a Mendh-Yetah.
—Tres días.
—Han sido tres días para ti pero en el mundo dual no ha pasado ni un segundo porque aquí, los brujos de Iskhar, mis antiguos colegas, han detenido el tiempo. Si Uhrima no ha podido venir, mejor parta todos porque habría traído a la princesa equivocada. El problema es que tú, ahora, no puedes regresar conmigo ni volver si regreso yo sola. Es difícil de entender pero es como si tú fueras dos: la que está aquí y la que ha quedado en el mundo dual.
—Sigo sin comprender.
—Lo importante es que yo comprenda la situación. Para eso te mandó Uhrima a mi encuentro. Hasta el momento, el grow de Uhrima no ha sufrido nada puesto que no ha transcurrido el tiempo desde que te lo dio pero ahora voy a restablecer el paso del tiempo. Cuando eso ocurra terminará tu desdoblamiento y Uhrima comenzará a estar en peligro. Además, también nos pondremos en peligro nosotras puesto que los Brujos de Iskhar se darán cuenta del cambio, así que tendremos que actuar rápidamente. Lo haremos esta noche y tú no notarás nada puesto que estarás durmiendo.
—Antes quisiera saber, señora.
—¿Qué quieres saber?
—Por qué dice que yo soy Radjha.
—Porque así es pero te lo contaré todo en su momento. Ahora debes dormir.
Rhunwer movió una mano y, al instante, Silvia se quedó profundamente dormida.