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Ir a: Cartas a una amante (6) ¿Cómo no he de ser infiel? He llegado a ti luego de una penosa travesía por las sendas espinosas del amor. Más maltrecho que victorioso, pero más experto.  Éste que vez luciendo, casi cínico, el  diploma de su infidelidad, un día fue un cándido marido que creía en el amor y en la perennidad del matrimonio. Que fiel a ese pensamiento soportó con resignación maltratos, suplicó mil veces, perdonó otras tantas y pidió perdón sin ser culpable. Todo por prolongar un sentimiento absurdo: un amor hilado a punta de ofensas y desprecios. A punta de suspicacias y recelos.  Me...

Ir a: Sarcasmo con el arte ("Seguiré viviendo" 70a. entrega)En definitiva, la temática de la infidelidad y la pareja se le llevó a José buena parte de su vida. Eran muchas cuartillas presentando de diferente manera la misma perspectiva. Como era tozudo en defenderla, no pocas veces pasó por insolente. Pero entre tantas impertinencias había una que lo sonrojaba. Desde que ocurrió, nunca más tuvo sosiego para tratar a Clara. Francisco, quien recién se había casado, terminó escuchando por...

Ir a: El puritanismo y la absurda represión del placer ("Seguiré viviendo" 69a. entrega)En el ambiente lleno de luz resonaba el murmullo de muchas voces que hablaban en forma reservada. Imaginé una iglesia antes de comenzar la misa, de pronto un teatro aguardando la función, acaso la charla que antecede la clase en un colegio. Esperé un súbito silencio y un anuncio. Pero el susurro continuó, y mis ojos aturdidos, soñando que despertaban de otro sueño, se fueron a la refulgencia...

Ir a: Cartas a una amante (5) Más allá de las formas Sin las formas perfectas de tu cuerpo me hubiera perdido la oportunidad de conocer tu alma. Porque  sin la aproximación de los sentidos pocos pasos al encuentro con la mujer damos los hombres.  Tras de tu sensualidad hallé ternura. Y el cielo que observa mis pecados, sabe que si débil a la carne es mi materia, no lo es menos a la ternura mi alma. La dulzura y la belleza que tu...

Ir a: Javier ("Seguiré viviendo" 68a. entrega)Carolina pensaba que alguna motivación personal había llevaba a José a fustigar a los puritanos con tanta vehemencia, y ese día por fin le hizo saber su conjetura. En tono jocoso declaró José que tanto los había aborrecido que de pronto le tocaría encontrárselos en el infierno, aunque reconoció que en el fondo los creía gente de bien. Y era que los había tildado de fariseos, aguafiestas de la felicidad, aves de mal agüero y abyectos...

Ir a: Cartas a una amante (4) El libre albedrío en el amor no existe. A mi vida te doy la bienvenida Si dueños fuéramos de nuestros sentimientos no nos impondría el destino amores agobiantes. Amores condenados al fracaso, que acaban cuando más los ponderamos o que a pesar del daño que causan no se extinguen, y en la razón fundáramos la elección de la pareja eterna. Pero es el corazón, para bien o para mal, la cuna...

Hola a todos: Somos dos autores alicantinos (Juan Vicente Carratalá y Frank Sullivan) que hemos publicado nuestra primera novela (A CONTRAPELO) con la editorial ECU. La novela ya está disponible en FNAC, Corte Inglés, Casa del libro, Ateneo, 80 mundos... Juan Vicente y yo somos amigos desde la adolescencia. Un buen día, hace ya diez años, decidimos escribir una historia que nos rondaba; por aquel entonces, no teníamos trabajo ni otras...

Ir a: La infidelidad tiene razones, es más que el simple capricho de los hombres ("Seguiré viviendo" 67a)Siento que fui, porque ya para ser no tengo ánimo. El pretérito es el tiempo verbal de mis escritos. Instintivamente escribo en pasado, con el automatismo con que hablamos de los muertos. Me he acostumbrado a ese pretérito imperfecto con que nos referimos a las acciones de los que se marcharon. A veces corrijo por ‘soy’ lo que he escrito como ‘era’, otras me arrepiento porque quien lo...

Ir a: Cartas a una amante (3) Comienzo a creer que encajas en mis sueños En la adolescencia conocí el amor y forjé con él las fantasías más bellas. Tuve amores platónicos, idealizados, que imaginaron a la mujer perfecta, poema puro, exquisita en sus formas y virtudes.  ¡Vana ilusión! La realidad es otra. Pero terco mi espíritu, persistió en sus anhelos juveniles. En un extravío que no se...

 

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