EL FANTASMA, Duende que camina, El hombre que nunca muere, es un personaje de las tiras cómicas dominicales de hace muchos años, tiene una historia muy interesante. Su padre, un lord inglés, Sir Cristopher Standish, capitán de barco, lleva a su joven hijo en el último viaje por aguas del Pacífico donde es atacado por piratas de la secta Singh y asesinados. El único sobreviviente es el muchacho que alcanza a nado la playa y, entre los cadáveres, encuentra el de su padre; sobre la calavera de este jura combatir la piratería y la injusticia para siempre. Allí nace la leyenda de su inmortalidad porque todos los fantasmas tienen un hijo que hereda el juramento y todas las posesiones. Todos visten un traje gris que les cubre todo el cuerpo menos la cara, pero esconden el rostro con un antifaz. Como su guarida queda en la selva y entre indígenas, lejos de la civilización, estos creen que es el mismo hombre, generación tras generación. El Fantasma, el hombre que nunca muere.
El Fantasma actual es el numero 21, al igual que los reyes usa los números romanos o sea XXI. Todo empezó hace más de 200 años y algunas cosas han cambiado, en especial las pistolas, imaginen las del primer Fantasma, de esas de un solo tiro que salen en las películas de piratas, que se recargaban por el cañón y entre disparo y disparo pasaban muchos minutos, los suficientes para que al tipo lo dieran de baja. Ahora son armas automáticas que nunca usa para matar, posee una puntería extraordinaria para pegarles el tiro en las manos siempre. Y ahora ya no pelea contra piratas del mar, ya ni existen, sino contra todo tipo de malhechores por todo el mundo. Otra característica son dos anillos: uno para los malos con el símbolo de la calavera, por lo general lo estampa con un puño en la mandíbula del bandido y el otro para identificar a los buenos con un signo de paz.
Vive en un país ficticio llamado Bangalla, en el sureste de Asia, pero en las últimas aventuras los nuevos dibujantes lo ubican en la costa oriental de África. Su vivienda es una cueva cuya entrada semeja una calavera. Y siempre lo acompañan su perro llamado “Diablo” y su caballo blanco “Héroe”. Lo que no sé es si los 21 fantasmas siempre consiguen perros y caballos iguales, eso no lo dice la historia. Otro detalle que me intriga es que todos procrean un hijo varón. El último de la estirpe tiene una novia llamada Diana Palmer y es la única mujer que aparece como futura madre del sucesor, no se sabe cómo se llamaban las anteriores.
El Fantasma, lo mismo que Tarzán de los monos y otros héroes de la imaginación gringa, es racista y exalta la superioridad de la raza blanca sobre todas las demás. Uno de sus mayores ayudantes es un jefe de la tribu de los pigmeos y todos los de la tribu le tributan respeto y obediencia. Las primeras aventuras se desarrollaban en el océano pacifico contra piratas orientales de ojos rasgados pero ya en el siglo XX combate las mafias, en especial los traficantes de droga, donde se adivinan rasgos latinoamericanos. No quiero ser un defensor ni opositor de estos héroes, me basta con decir que disfruté sus historias cuando niño y los llevo en el recuerdo.
De mi colección “HEROES DEL PASADO”
Edgar Tarazona Angel