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La mayoría de los cuentos infantiles que leí durante mi niñez comienzan casi siempre de la misma forma: “Había una vez” y terminan igual: “Vivieron felices para siempre” ésta última frase ha sido cuestionada a lo largo de los años ¿realmente las princesas vivieron felices para siempre después de casarse con príncipes a los que en su mayoría solamente vieron una vez en su vida de manera breve? ¿En la realidad existen los finales felices?

Y no me queda más remedio que regresar al tan desgastado y explotado centenario y bicentenario de diversos países en Latinoamérica  para hacer una nueva reflexión en cuanto al desenlace de estas historias que en varios países culminaron con la independencia, pero ¿Qué hubiese sucedido si después de la libertad hubiera llegado también la apertura y el apoyo de los nuevos y flamantes dirigentes del gobierno para que la cultura y la educación entrara en cada casa y en cada parcela, en cada negocio y en cada cabeza de todo ciudadano? ¿Estaríamos acaso en la misma situación que vivimos hoy? Porque si bien es cierto que la independencia se obtuvo en aquel tiempo, también lo es que a pesar del progreso y de las nuevas condiciones de vida pareciera que la pobreza no se dio por enterada de que debía sacar su bandera blanca y emprender la retirada, lo mismo en aquello de la opresión de los que ostentan el poder contra la población, la inseguridad, la falta de recursos, los impuestos elevados, las leyes ventajosas, el dinero en manos de los que más tienen…y la falta de educación digna al alcance de todos. Entonces ¿dónde quedó la libertad? Quizá la confundieron con uno de esos cadáveres cubiertos de sangre que quedaron tendidos en el campo de batalla sin identidad ni pasado conocido y terminó en la fosa común con todos dejándonos a la espera de su arribo.

Y con el paso de los años se ha marchado también la identidad nacional, el patriotismo, el respeto por la bandera y el Himno Nacional que representa al país de cada uno de nosotros. Y esto no solo es una realidad en México, que es donde yo vivo y representa mi ejemplo de siempre porque es lo que conozco, también sucede en otros países, como la mayoría de los que pertenecen a América Latina que son privilegiados porque lo tienen todo al alcance de la mano pero que no despuntan, que no comen, que padecen el día a día por las deudas adquiridas, la inseguridad y la falta de empleos.

¿Qué fue lo que falló y qué hace tanta diferencia entre nuestra forma y nivel de vida y la de los países de primer mundo? Creo conocer la respuesta: se dejó a un lado la educación. Sucedió como las teorías que aseguran que al niño no se le debe corregir, no se le debe reprender ni golpear para que crezca libre y feliz y esos niños terminan siendo los adultos amargados, intolerantes y prepotentes del presente. Madero, personaje clave en el movimiento revolucionario en México proclamaba que no se logra con bayonetas la civilización, que el progreso se gana leyendo libros y fomentando la educación. Y como él, otros más han levantado sus voces para reclamar este bendito derecho al conocimiento sin éxito:

·        José Vasconcelos: “La cultura engendra progreso y sin ella no cabe exigir de los pueblos ninguna conducta moral”

·        José Martí: "La madre del decoro, la savia de la libertad. el mantenimiento de la República y el remedio de sus males es, sobre todo lo demás, la propagación de la cultura."

·        Henrich Heine: “"Donde se quiere a los libros también se quiere a los hombres."

·        Voltaire: "Todo el mundo conocido, con excepción de las naciones salvajes, es gobernado por los libros."

·        Kofi Annan: “La educación no solo enriquece la cultura... Es la primera condición para la libertad, la democracia y el desarrollo sostenible.”

·        León Lederman: “La educación gratuita es siempre una buena inversión que todas las sociedades deben hacer”

·        Ernesto Sábato: “Lo he dicho en otras oportunidades y lo reafirmo: La búsqueda de una vida más humana debe comenzar por la educación”

·        José Sarukhán: “Cultura es sinónimo de civilización y progreso intelectual”

·        Miguel de Unamuno: “Solo el que sabe es libre, y más libre el que más sabe…no proclaméis la libertad de volar, sino dad alas; no la de pensar, sino dad pensamiento. La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura.

·        Olhinto María Simoes: “Fortalecer la cultura es la mejor forma de fortalecer al pueblo”

Estas ideas son solo una muestra de que también se han librado batallas a favor de la cultura, aunque no han sido aún exitosas en todas partes. Para que exista la cultura debe haber una educación digna,  es decir: la cultura alimenta al espíritu y la educación al intelecto. Pero…¿Qué es la Cultura y qué es la educación?

Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua:

Educación.
(Del lat. educatĭo, -ōnis).

1. f. Acción y efecto de educar.
2. f. Crianza, enseñanza y doctrina que se da a los niños y a los jóvenes.
3. f. Instrucción por medio de la acción docente.
4. f. Cortesía, urbanidad.

Cultura.

(Del lat. cultūra).

1. f. cultivo.
2. f. Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico.
3. f. Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.
4. f. ant. Culto religioso.

Hablemos en primer lugar de la educación. Si tomamos como pie las definiciones que la Real Academia de la Lengua designa para ello encontramos que es la base de nuestra estructura moral. Cuando un ser humano nace no tiene conocimientos acerca del mundo, la subsistencia y en general de nada que no le haya otorgado la naturaleza a través de la intuición. Es conforme va viviendo que va conociendo su entorno, su idioma,  las costumbres de casa primero, de su estado, su país y el mundo en general finalmente. La educación se adquiere por medio de una instrucción.

¿Cuál es la educación ideal? Para Jean Piaget, será aquella en la que el niño forme un desarrollo pleno de la personalidad humana basada en soberanía, reciprocidad, compromiso y respeto con autonomía intelectual y moral.

La educación permite, de esta manera, estar conciente de la realidad existente pero la dirección y la calidad de ésta están supeditadas a la decisión y posibilidades de los tutores o progenitores que son quienes en definitiva tienen en sus manos esta obligación, que a la vez es un derecho para todo individuo. Pero que también depende, que es la razón del presente ensayo, del gobierno que rija las vidas de cada persona. En Estados Unidos, país en el que no existe un sistema nacional de educación debido a que cada uno de los Departamentos de Educación establece las reglas y proporciona los fondos necesarios para cada escuela siendo la instrucción de 1º al 12º grado gratuitos en planteles públicos, desde el período de Kennedy se afirmaba que los costos de inversión por mantener un alumno por un período de 12 años son mucho menores a los que se generarían por tener que mantener a los chicos fuera de ella. Para Kennedy no hacerlo significaba una práctica social pobre, una mala medida económica y pésimo método gubernamental. De cada 4 alumnos que terminan la educación obligatoria y gratuita en esa potencia mundial, 3 continúan sus estudios.

La educación es fundamental porque determina el grado de libertad con la que vivirán los individuos a partir de ella, ¿será por esto que muchos gobiernos la dejan a un lado? “Una persona con educación posee criterio, sentido crítico y capacidad de elegir sobre lo que es bueno o no para sí mismo”, esto lo afirma Paulo Freire.

En México, la educación es gratuita también, en los niveles preescolar, primaria y secundaria, con una diferencia enorme con otras sociedades de primer mundo, aquí los maestros que se gradúan de La Normal que es el sistema que prepara a los docentes, no solo obtienen un nombramiento al terminar sus estudios, sino que también son dotados de una especie de fuero a través del cual el temible e inconciente sindicato de maestros los liberarán de cualquier culpa que puedan tener por acciones indebidas, protegiéndolos y dándoles como único castigo a sus faltas el cambio de lugar de trabajo. Esto lo sé gracias a que fui parte durante dos años de la plantilla de maestros en un sistema estatal educativo.

Por ejemplo, la educación es gratuita, el gobierno ya sea del estado o de la federación, según corresponda la matrícula de la escuela, paga los salarios de los maestros que formaran a los futuros ciudadanos. Pero las instalaciones son cosa aparte. Normalmente los edificios se construyen en terrenos que la gente dona para tal fin. Los maestros, muchas veces, deben dar sus clases en salones improvisados como se pueda: con paredes de lámina y cartón, con goteras que hacen que llueva más adentro que afuera, a veces hasta sin sanitarios, ni piso firme y por supuesto, sin mobiliario. A mi me tocó esta experiencia en mi segundo año de trabajo. Los niños, que además pertenecían a un nivel socioeconómico muy bajo, debían llevar a clases cajas de madera que conseguían en las recauderías para poder sentarse, y las cuidaban como a su vida porque era todo lo que tenían. Lograr los elementos para una educación decorosa era trabajo de los docentes que tuvimos que tocar puertas para lograr donaciones de muebles y bancas para que los niños pudieran aprender con un poco de dignidad.

El piso firme, los sanitarios, lograr que el salón del fondo de la escuela cambiara sus paredes de cartones por ladrillos también fue nuestra labor en conjunto con los padres de familia que a pesar de vivir en una situación de pobreza extrema, aportaron lo poco que pudieron, que para ellos era en realidad mucho, para reunir un fondo para el material de construcción necesario. Sé que mucha gente que lee este artículo pensará que es infamante esta situación y creo que se escandalizarán como lo hicimos todos, cuando sepan que la directora en turno, egresada de la normal y con título de maestra en mano, tomó para su beneficio personal este dinero que jamás nadie volvió a ver. Ella fue protegida y prácticamente ayudada para que pudiera cambiar de casa y centro de trabajo sin tener que pisar la cárcel merecida ni  afrontar la furia justificada de los padres de familia, a quienes se les informó lo sucedido solo hasta que la maestra había huido. Y como ella, hay quienes cometen otras faltas que van desde los abusos y la irresponsabilidad hasta la deshonestidad completa. Si ellos mismos hubiesen tenido una educación óptima aplicarían la máxima de Platón “La educación es vocación para quien ha sido educado, es un llamado que exige renuncia y que no se acepta buscando placer u honor sino soportando las molestias en pos de la superación social de la ignorancia”.

Pero además, ahora no solo existe esta problemática de encubrimiento y falta de apoyo real de los gobernantes sino que también se ha politizado a la profesión magisterial, por lo tanto, cada vez que quieren un aumento o algo no les parece toman las calles, desquician las ciudades, dañan edificios ancestrales y cometen todo tipo de atropellos mientras los niños se quedan sin clases. Esta es la realidad de la educación en México, de ahí los gobernantes que nos han llevado a la ruina a través del tiempo, pues al no haber una educación digna y de calidad no hay gente con esa capacidad de elección a la hora de las decisiones y se dejan llevar por los rumores que corren o emiten su voto guiados por aquello de que el candidato es tan guapo o tan simpático que cómo no votar por él. En estas condiciones no es posible que conceptos como Patria y justicia tengan un sentido real en nadie. Porque esta anécdota que les comparto de mi experiencia docente no es nada en comparación a lo que muchos niños padecen en otras partes menos afortunadas del país para recibir instrucción y aprendizaje. Y esta historia, se repite igual en otros países del mundo. Desgraciadamente.

Según la UNESCO las causas más comunes en la deficiencia educativa es la pobre calidad de la educación a nivel mundial, la deficiente infraestructura de las escuelas, la escasez de material pedagógico, la masificación en las aulas y la baja preparación de los maestros. Los países que tienen un mejor sistema educativo son Finlandia en primer lugar seguido de Holanda, Bélgica, Irlanda y Suiza. ¿Cuál es el secreto de Finlandia para tener el primer lugar sobre los países de todo el mundo?

Para comenzar ejercen una rigurosa selección de los docentes a cargo que deben comprobar notas superiores a 9 de calificación, tener estudios de más de 6 años de profesionalización, habilidades lectoras y de escritura, capacidad de empatía y comunicación, talento artístico y musical y alta competencia matemática. Y si el puesto es para una escuela secundaria deben sumar a sus capacidades el dominio de por lo menos un idioma extranjero. En Finlandia el profesor es considerado un profesional de alto prestigio y reconocimiento social.

Por lo tanto, las familias en este país poseen un alto interés en la cultura y llevan una vida armoniosa  basada en la afinidad entre sus miembros. Los padres de familia se involucran por completo en las actividades pedagógicas de sus hijos dentro del centro escolar en donde abundan labores que favorecen la memoria, los valores, la responsabilidad y la disciplina.  Pero el gobierno también contribuye estableciendo bibliotecas inmejorables al servicio de los ciudadanos y vigilando concienzudamente que las series televisivas sean transmitidas en sus versiones originales. En Finlandia no existe el fracaso escolar. Cuando el alumno concluye sus estudios domina además del finlandés, el inglés, el sueco y el francés. En las aulas no hay más de 15 alumnos en secundaria y 20 en primaria. El resultado final de todo esto estriba en que en Finlandia la gente vive en paz, tienen costumbres muy sabias como la de no hablar si no hay nada que decir, disfrutar sus tradiciones al máximo, preservar sus bosques, no perder tiempo vistiendo elegantemente cuando pueden sentirse cómodos con la ropa que portan y ser estrictamente respetuosos de su tiempo y del de los demás. El portal oficial VisitFinland afirma: Finlandia está cubierta de bosques y los finlandeses se dedican a la silvicultura para fabricar papel, que luego utilizan para escribir canciones tristes sobre la vida que dejaron atrás en el bosque.

Pasemos ahora a la cultura. La palabra cultura pertenece al verbo latino colo, colere, cultum que significa etimológicamente cultivo e inicialmente se le daba esta acepción al cultivo de los campos o el culto de los dioses y fueron los romanos quienes le otorgaron el nuevo significado al término: el del cultivo personal., la palabra humanitas se utilizaba para nombrar la educación refinada que proporciona las bellas artes que para ellos eran éstas: poesía, elocuencia, filosofía, y en general, cualquier disciplina que formara las mentes y el espíritu de los hombres.

Después, en la Edad Media, se determinó que la finalidad de la cultura era la preparación del hombre para el cumplimiento de los deberes religiosos, entonces, la cultura se volvió privilegio de algunos cuantos y a los demás les quedaba esperar por una revelación religiosa. Durante este período el desarrollo quedó estancado, en interés por la búsqueda de lo nuevo y el acrecentamiento del patrimonio científico decayó por completo. La teología había preparado astutamente las respuestas a cualquier interrogante que surgiera. Las escuelas solamente eran para formar clérigos.

Luego, llegó el humanismo. En Italia se abrieron las ventanas al pensamiento, la cultura se transformó en laica. Y prevaleció la idea del reconocimiento del valor humano a través de las letras clásicas. Los estudios literarios que implicaban componer en latín y griego también constituían el alma de la educación intelectual y cumplían con la función formativa desde tres aspectos:

·        Como expresión y perfeccionamiento del pensamiento

·        Como medio del refinamiento del gusto estético

·        Como medio de preparación para la vida

No obstante, la sabiduría seguía siendo privilegio de unos pocos. Hasta que llegó la ilustración la cultura tuvo la máxima difusión para convertirse en instrumento de renovación de la vida individual y social. Para ello, se reunieron filósofos, literatos, poetas, científicos, críticos y políticos que crearon la enciclopedia dando lugar al enciclopedismo que implica el conocimiento general y sumario de todos los dominios del saber. Benedetto Croce opina que esto no es lo más acertado puesto que el hombre poseerá conocimientos superficiales, más no el conocimiento en sí, con lo cual surge la controversia acerca de qué es lo correcto para culturizar al hombre.

Actualmente, se dice que cultura es todo aquello que un hombre debe saber para actuar de manera correcta dentro de un grupo social. Sin embargo, cada país tiene su propia cultura que está representada por sus antecedentes históricos, modo de vida, costumbres, folklore, comida y el gobierno que rige su existencia. Y estas características traspasan ahora las fronteras llegando a territorios ajenos y países distintos en donde se instala y se mezcla con la cultura propia del lugar, por ejemplo, en México nos pasa que nuestras tradiciones se ven invadidas por costumbres norteamericanas. Hay quien afirma que llegará el día en que la cultura será la misma en todo el planeta tierra.

Como podemos ver, esa confusión existente entre lo que es cultura y lo que es educación comienza a aclararse. La educación es la base de la cultura, con la diferencia de que ésta última se transmite de generación en generación, es libre. Está determinada por el gusto hacia la lectura y el aprecio por las tertulias, los circuitos editoriales y artísticos, museos, galerías, conciertos, teatro, danza y cine a los que se puede acudir por curiosidad, con ignorancia, gracias al buen ánimo, por crítica o sencillamente por el gusto de sentirse libre y se desarrolla aunque la educación no la fortalezca, pero sí la fomenta y acultura a los niños haciéndolos conocedores de su pasado y sus raíces.

A pesar de todos los siglos de transformación sufrida para que la cultura fuera un derecho individual universal, en el presente es considerada un factor específico de un sector pudiente. El pueblo se queda con la cultura popular y la gente de dinero podrá aspirar a la cultura fina, la de la música clásica, la de las grandes exposiciones y las funciones majestuosas de ballet. Esto es porque las artes se han profesionalizado y tienen a buscar la ganancia generando vicios que la corrompen y enrarecen.

¿Cuál es el apoyo, nuevamente, que muchos gobiernos otorgan a la cultura? Igual que con la educación, en la gran mayoría de los países: ninguno. Lo cual deja al grueso de la población en un estado de indefensión absoluto marginándola como en la Edad Media para que obtenga la cultura que pueda llegarle como de milagro. El resultado es el mismo que hubo en la época medieval, la parálisis del desarrollo.

Actualmente, los gobiernos están tan preocupados por combatir el narcotráfico, por negociar el petróleo y realizar buenos convenios de importación y exportación que han olvidado lo principal: educar y culturizar. Un ser humano que tenga bien cimentadas sus raíces, que le debe al gobierno su progreso y sus conocimientos de alta calidad, que sabe disfrutar la buena música, la pintura, los libros y cualquiera de las bellas artes amará su patria, sentirá el orgullo correr por sus venas al lado de la sangre que alimenta sus arterias. Un ciudadano que vive día a día las injusticias, que tiene un sueldo miserable, que se siente olvidado y abandonado por sus dirigentes, educará a sus hijos con la idea de que huyan del país si no es que ellos mismos  terminan haciéndolo aunque les cueste la vida el intento.

Y como muestra, el recién ganador del Premio de la Paz de Seúl que se otorga a aquellos que luchan por la tolerancia más allá de razas o ideologías: el maestro José Antonio Abreu del que no me cansaré de alabar jamás por la maravillosa labor que realiza en ayuda de los niños más desfavorecidos o en situación de calle. Este hombre, uno de los mayores íconos culturales, creó y fundó en 1975 el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela que constituye una obra social consagrada al rescate pedagógico ocupacional y ético de niños y adolescentes mediante la instrucción y convivencia de la música.   

Su sistema de orquestas ha visitado ya más de 23 países y ha producido verdaderas figuras de música clásica que tienen contratos de grabación con disqueras y que han tocan en el Royal Albert Hall de Londres un día y al siguiente lo hacen en el Ópera de París. Lo más sorprendente es que estos astros han salido de los barrios más pobres en los que antes de Abreu jamás se habría visto un atril en funcionamiento.  Para él, la labor del sistema tiene que ver con la mentalidad: “Se considera una injusticia social que un niño pobre no pueda comer lo que come un niño rico. Pero no se considera una inmensa injusticia social que un niño pobre no tenga acceso a la educación musical que tiene plenamente un niño rico”.

La obra de Abreu cuenta para su manutención con una partida del gasto federal que se ha mantenido intacta a pesar de de las crisis económicas, los intentos de golpes de estado que ha sufrido el país y el Caracazo de 1898. Su Sistema tiene las puertas abiertas para todos, pero sobretodo a aquellos jóvenes que de una manera u otra habrían carecido de una oportunidad de tener entre las manos un instrumento costoso, una formación musical adecuada, y menos aún, de poder formar parte de una orquesta que viajará por todo el mundo. Su proyecto cuenta con una plantilla de 15,000 profesores de música que convierten en compases los 29 millones de dólares anuales que se destinan para ellos.

Lo loable de su trabajo, no está inmerso en estas cuestiones sino en la inspiración que ha generado entre los jóvenes venezolanos para los que todo gira en torno a Abreu a quien suelen llamarle Padre. Porque eso representa para ellos al darles las llaves que les permitirá pasar de la mediocridad a la excelencia, a la enseñanza de que los éxitos son posibles a costa de un gran esfuerzo y la constancia que requiere el trabajo duro. José Antonio logra así ver realizado su anhelo de salvar a los niños de las influencias negativas de la calle gracias a la oportunidad de tocar en una Orquesta en la que reciben de manera gratuita sus instrumentos y se ganan el respeto profundo de quienes los escuchan tocar. “El niño que no tiene nada, que es anónimo y pobre, cuando se encuentra con el instrumento encuentra la vida. Se entrega con pasión”.

El niño con un violín entre sus manos se siente espiritualmente rico, escucha música, lee libros, ve palabras escritas en alemán dentro de una partitura llena de notas que logra entender y comprender, siente que se le han abierto las puertas del conocimiento intelectual y ahí comienza todo. A los tres años de haber iniciado su educación ya conoce y toca a Mozart, a Haydn, Vivaldi se convierte en su compañero de desvelos, ve una ópera y la comprende, ha experimentado la emoción de una ovación de pie mientras él se inclina sobre un escenario. Gracias a esto,  nunca jamás aceptará la pobreza, aspirará  a salir de ella con coraje  y por supuesto, terminará venciendo porque por eso, el lema de este noble proyecto es “Tocar y Luchar”.

Si tenemos frente a nosotros esta muestra de que la cultura cambia vidas ¿por qué no trabajar por su fortalecimiento? No solo para salvar los destinos de los niños y los jóvenes sino también para darle un significado a la existencia ingrata de las mujeres maltratadas, un motivo de vida a quienes se han quedado solos, una alternativa para los desempleados, una muestra del talento que se puede llegar a mostrar para quienes ya no creen ni en sí mismos a través de la Música, la literatura, el teatro, la danza, las artes plásticas y cualquier otra expresión que liberte verdaderamente a los ciudadanos en espíritu y mente.

Por desgracia, hasta estas labores nobles son mancilladas gracias a la falta de escrúpulos de quienes ostentan el poder. Eso también lo he vivido de manera personal a través del fraude que cometen todavía Julio Saldaña y la Fundación Azteca de Ricardo Salinas Pliego que fingen traer a México el concepto de Abreu con su PROMESA AZTECA que finalmente resulta una tomada de pelo y el dinero donado por los gobiernos de los estados para el apoyo de tal proyecto quién sabe dónde.

Pero igual sucede con los concursos literarios en los que el escritor no encuentra apoyo de ningún tipo pues para participar debe presentar el trabajo, a veces no menor a 120 páginas, engargolado y en tres o cuatro tantos que envía por mensajería instantánea para que no se pierda y al final del día, luego de la inversión monetaria realizada y las noches y días de intensa labor resulta que el ganador o ganadora fue la amiga de la directora de la Casa de la Cultura organizadora que ni siquiera sabe escribir una frase completa con gracia y soltura como sucedió en el Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines 2009 en Chiapas.

Y qué decir de los talleres literarios que supuestamente se ponen al servicio de los aspirantes a escritores para que afinen sus trabajos, mejoren su calidad y logren despuntar con éxito y que terminan siendo verdaderas carnicerías en donde lejos de alentar a los aspirantes los ponen cual carne de cañón y son tratados como criminales por el simple hecho de que su trabajo literario no es del gusto de algún participante, o peor aún, del escritor que supuestamente ha sido invitado para dirigir el taller y guiar a los asistentes. Sin embargo, muchos terminan desalentados, heridos, sintiéndose fracasados y hay quienes guardan en un cajón pluma y cuaderno incapaces de sobreponerse a la ferocidad del ataque perpetrado en contra de  su trabajo y, hay que decirlo, de su persona misma porque ¿acaso no somos nosotros mismos la esencia de nuestras obras?

Y para terminar cito algunas declaraciones del arquitecto Luis Corrales Vivar, director de Cultura, Recreación y Bibliotecas del ayuntamiento de Pachuca, Hidalgo, en México, aparecidas el pasado 16 de agosto en un diario de circulación local: “Un artista no debe cobrar, sus actividades deben ser quijotescas; hay cosas más importantes, como el drenaje y el agua, la cultura tiene poco presupuesto; la cultura nada tiene que ver con el dinero, sino con el interés de la gente. Yo coordino los trabajos de los intelectuales, pintores, bailarines e historiadores que se ofrecen muy amablemente a colaborar con nosotros.” Y con estas palabras con que cínicamente expone este director de cultura que las prioridades de la ciudad son otras, nuevamente termino mi escrito sintiendo que mis deseos por ver a este país y a muchos otros que están como el mío despuntar gracias a la cultura y a la educación son simples utopías. Sin embargo, la esperanza es lo último que muere ¿o no es así?

Elena Ortiz Muñiz

 

 

Fuentes consultadas en Internet:

 

·        http://www.rae.es

·        http://www.ldiogenes.buap.mx

·        www.letraslibres.com

·        www.misrespuestas.com

·        www.fulbright.edu.ar

·        http://educarc.blogcindario.com

·        www.visitfinland.com/es

·        http://www.fesnojiv.gob.ve

·        http://www.jornada.unam.mx

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