Pasemos ahora a la cultura. La palabra cultura pertenece al verbo latino colo, colere, cultum que significa etimológicamente cultivo e inicialmente se le daba esta acepción al cultivo de los campos o el culto de los dioses y fueron los romanos quienes le otorgaron el nuevo significado al término: el del cultivo personal., la palabra humanitas se utilizaba para nombrar la educación refinada que proporciona las bellas artes que para ellos eran éstas: poesía, elocuencia, filosofía, y en general, cualquier disciplina que formara las mentes y el espíritu de los hombres.
Después, en la Edad Media, se determinó que la finalidad de la cultura era la preparación del hombre para el cumplimiento de los deberes religiosos, entonces, la cultura se volvió privilegio de algunos cuantos y a los demás les quedaba esperar por una revelación religiosa. Durante este período el desarrollo quedó estancado, en interés por la búsqueda de lo nuevo y el acrecentamiento del patrimonio científico decayó por completo. La teología había preparado astutamente las respuestas a cualquier interrogante que surgiera. Las escuelas solamente eran para formar clérigos.
Luego, llegó el humanismo. En Italia se abrieron las ventanas al pensamiento, la cultura se transformó en laica. Y prevaleció la idea del reconocimiento del valor humano a través de las letras clásicas. Los estudios literarios que implicaban componer en latín y griego también constituían el alma de la educación intelectual y cumplían con la función formativa desde tres aspectos:
· Como expresión y perfeccionamiento del pensamiento
· Como medio del refinamiento del gusto estético
· Como medio de preparación para la vida
No obstante, la sabiduría seguía siendo privilegio de unos pocos. Hasta que llegó la ilustración la cultura tuvo la máxima difusión para convertirse en instrumento de renovación de la vida individual y social. Para ello, se reunieron filósofos, literatos, poetas, científicos, críticos y políticos que crearon la enciclopedia dando lugar al enciclopedismo que implica el conocimiento general y sumario de todos los dominios del saber. Benedetto Croce opina que esto no es lo más acertado puesto que el hombre poseerá conocimientos superficiales, más no el conocimiento en sí, con lo cual surge la controversia acerca de qué es lo correcto para culturizar al hombre.
Actualmente, se dice que cultura es todo aquello que un hombre debe saber para actuar de manera correcta dentro de un grupo social. Sin embargo, cada país tiene su propia cultura que está representada por sus antecedentes históricos, modo de vida, costumbres, folklore, comida y el gobierno que rige su existencia. Y estas características traspasan ahora las fronteras llegando a territorios ajenos y países distintos en donde se instala y se mezcla con la cultura propia del lugar, por ejemplo, en México nos pasa que nuestras tradiciones se ven invadidas por costumbres norteamericanas. Hay quien afirma que llegará el día en que la cultura será la misma en todo el planeta tierra.
Como podemos ver, esa confusión existente entre lo que es cultura y lo que es educación comienza a aclararse. La educación es la base de la cultura, con la diferencia de que ésta última se transmite de generación en generación, es libre. Está determinada por el gusto hacia la lectura y el aprecio por las tertulias, los circuitos editoriales y artísticos, museos, galerías, conciertos, teatro, danza y cine a los que se puede acudir por curiosidad, con ignorancia, gracias al buen ánimo, por crítica o sencillamente por el gusto de sentirse libre y se desarrolla aunque la educación no la fortalezca, pero sí la fomenta y acultura a los niños haciéndolos conocedores de su pasado y sus raíces.
A pesar de todos los siglos de transformación sufrida para que la cultura fuera un derecho individual universal, en el presente es considerada un factor específico de un sector pudiente. El pueblo se queda con la cultura popular y la gente de dinero podrá aspirar a la cultura fina, la de la música clásica, la de las grandes exposiciones y las funciones majestuosas de ballet. Esto es porque las artes se han profesionalizado y tienen a buscar la ganancia generando vicios que la corrompen y enrarecen.