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En estas cuestiones de amor, sentimientos, atracción y todo lo relacionado con las emociones se ve de todo. Yo no voy a inventar nada, sólo voy a exponer, a mi manera, lo que he presenciado u oído de personas, parejas, tríos y demás de vecinos, conocidos, amigos y familiares míos, porque en todas partes del mundo se dan este tipo de relaciones, ningún país o cultura se salva, lo que pasa es que, según el entorno social, cultural y religioso se dan variables sobre un mismo tema, pero al final los resultados se parecen.

En este tiempo de epidemia y cuarentena salen a relucir todas estas relaciones de parejas que general conflictos por diversos motivos. Muchas permanecen por los hijos, a pesar de que el amor se esfumó hace tiempo. Otras ya no se soportan por antipatía mutua, a pesar de que los hijos ya no viven con ellos, también por razones económicas mantienen los lazos matrimoniales y, la mayoría de las veces por un amor mal entendido. Se escuchan expresiones como: Lo amo, pero me provoca ahorcarlo; no me voy porque le dejo libre el campo a la amante; si me largo vende la casa y se desaparece del mapa; no me separo ´porque tengo que desquitarme de todo lo que me ha hecho y la lista es larga…

“El amor tóxico nos muestra el lado más oscuro de las relaciones de pareja, pues se basa en la dependencia, el control, los celos y la dominación constante”. Esta definición nos aclara de manera corta y precisa lo que se entiende por amor tóxico y es el que impide que dos se separen a pesar de los celos, los resentimientos, el odio, el cansancio, los celos, el maltrato y otras circunstancias. Siguen hasta que la muerte los separa, porque otra persona no es capaz y quiero explicarlo: en esas relaciones anormales uno de los dos o ambos pueden tener amante y el otro lo sabe, sin embargo no lo deja de pensar que se va con esa otra u otro.

Otro nombre para este tipo de amores es denominarlos como parejas disfuncionales; no se aman y siguen apegados al otro ser porque algo les impide separarse, es una adicción llamada CODEPENDENCIA en que de lado y lado creen que no pueden vivir sin el complemento que les brinda la otra media naranja, como es una adicción entra en la clasificación de enfermedades, según la OMS (Organización Mundial de la Salud) y requieren, ambos, de tratamiento psicológico porque son seres enfermos de las emociones y sentimientos.

Aunque parezca extraño, en el mundo abundan las parejas tóxicas, que soportan ese calvario de vivir juntos porque están convencidos de no soportar la ausencia del ser amado: eso los convierte en posesivos, celosos, maltratadores de palabra, obra o

Psicológicamente. Hay programas y películas acerca de estos casos y, en el mundo existe un programa de ayuda llamado CODA que significa CODEPENDIENTES ANÓNIMOS y se encuentra en el directorio o en internet. Allí asesoran a los dos, o a uno de la pareja para que venza sus miedos a la separación, si es el caso, o se llegue a una sana convivencia. Aunque todos negamos ser codependientes es bueno hacer un inventario moral para descubrir hasta que punto dependemos de otras personas. Porque los hijos que nunca se van de la casa también son enfermos codependientes, lo mismo los padres que no los dejan ir. Hay que aprender a volar.

Edgar Tarazona Angel

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