En este punto preciso, me doy cuenta de que tal vez no tenga sentido ya escribir mi novela del bicentenario. Aunque me he sonreído al recordar a mi abuelo narrando con tanto orgullo las proezas de los hombres de su tiempo, contagiándonos su tristeza al evocar a aquellos que ya están en los cielos, pero que con sus hazañas han llenado de letras perennes páginas en la historia que ahora son leídas en las aulas por los pequeños que acuden al colegio día a día, es decir, cuando los maestros se tientan el corazón y en vez de marchar por las calles atropellando a los ciudadanos con su prepotencia sin fundamentos reales, deciden acudir a los salones e intentan cumplir con su labor. No en balde, es famosa la frase de Madero que reza que el progreso se conquista leyendo libros, fomentando la educación.
Y me pregunto por qué el gobierno en vez de gastar en tantas obras del bicentenario no invierte en la cultura, por qué no darle oportunidad a los artistas de expresarse y al pueblo de conocerlos, por qué no estudiamos más y peleamos menos, nos comprometemos con nosotros mismos, con nuestra familia, con nuestro barrio, con la ciudad, con el país y con el mundo entero, - que por cierto también agoniza-.
Mi México se tiñó de sangre hace doscientos años y está inundado de ella ahora. ¡Cuánto lo han hecho sufrir! Pobrecito de mi México tan pisoteado y golpeado, tanta ignorancia te ha devastado, la ambición y el poder te aniquilaron. Pero quedamos nosotros, pobres idealistas que soñamos en poner aún tu nombre en alto con honradez y trabajo, con dignidad y respeto. Por ahora, hasta aquí llegaron las ganas de escribir mi novela del bicentenario. Como diría Scarlett O’Hara, la heroína de “Lo que el viento se llevó”: “Pensaré en ello mañana, cuando pueda soportarlo”. De cualquier manera me doy cuenta de que mi novela no es tan inventada, nosotros mismos estamos protagonizando y aceptando formar parte de una historia ficticia que nos venden, ante nuestra parsimonia e indiferencia cada día. Mientras tanto, sigamos al pendiente del reloj de bicentenario que nos señala que se acerca el momento de festejarlo de mil maneras diferentes, pues gracias a las luchas libradas ahora gozamos de… ¿libertad?
Elena Ortiz Muñiz