Cada vez es más fuerte la presión. Los medios, la "opinión" general, el rencor; todos y cada uno de ellos son quienes están guiando el devenir político y social de este adolorido país. Será que a alguien se le ha ocurrido pensar que las manifestaciones artísticas y la formación de una opinión documentada y encaminada a algo más que descalificar es un buen punto de arranque para un proceso de identificación nacional.
Asumir que los problemas políticos son fruto de una ideología "pasada de moda y que no evoluciona" es algo que niega de plano al 51% de la población colombiana, que vive por debajo de la línea de pobreza. Asumir que el pasado es una categoría que no afecta al presente o al futuro, es decir que un tipo carismático puede más que todo un proceso político que ha tomado más de medio siglo.
Que triste es ver que la refundación de la patria que tanto quisieron ciertos sectores, tanto legales como ilegales, está haciendo su entrada por la puerta grande. Cortes en jaque por fantasmas que entregan denuncias a larga distancia; violación del derecho a la libre expresión; derechización y paramilitarización del discurso oficial; todos ellos, y otros que no quiero mencionar, son los indicadores de que Colombia se devolvió en el tiempo.
Volvimos a ser un país en el cual existen enfermedades que se habían erradicado hace veinte; un país en el cual los ministerios no están diferenciados, como lo estuvieron los últimos cuarenta años; un país en el cual el término apátrida es una constante.
Ojala que alguien comprenda que la diversidad es la piedra angular de una sociedad mestiza como la que nos enmarca (de hecho como cualquier pueblo), que este es un país embarcado en la búsqueda constante de su identidad y dentro de este proceso las manifestaciones culturales son la forma de vernos como en realidad somos y de entender hacia donde queremos ir.
Mientras tanto no me molesta seguir siendo parte de ese 51%, invisible para algunos pero que espera un cambio.
Al resto les recuerdo una sentencia de Carlos Holguín, para que se consuelen: "si el 51% de la población es pobre eso indica que hay un 48% al que le va muy bien".