Mis huellas mis memorias.
Un día decidí caminar sobre las huellas de mi pasado buscando incesantemente cual era mi misión en este mundo lleno de barreras imaginarias, limitadas por las normas impuestas por mis homólogos y la sociedad, barreras que coexisten en nuestra psiquis y que en la mayoría de los casos son como montañas altas escarpadas llenas de falsos atajos como aquellos que forman una “ + ”; de cuatro vías en los caminos de la vida. Así la vida es como un circulo de 360 grados y nosotros somos el centro de ese círculo donde puedes ver hacia donde caminar. Norte, sur, este, oeste, y sus variantes, Pero he aprendido que en la naturaleza de las cosas nos da a escoger la vía de la razón o la intuición, sin dejar a un lado el libre albedrío que todo ser humano ha tenido sempiterna-mente y que es hacer el bien o el mal. Por ejemplo siempre he pensado que hacer el mal es una de las vías más rápidas y sencillas que cualquier individuo puede tomar. Algo claro y monótono en estos tiempos tan turbulentos que vivimos. La inseguridad es una pieza fuerte y va arropando, ganando terreno donde cualquier persona sin valores ni principios roba, mata sin el mínimo de remordimiento, solo por ser aceptado en un grupo o por darse el placer de tomar algo que no le pertenece, o por necesidad hambre, etc. Esto ha llevado al resquebrajamiento de la sociedad. Creyendo que con tales acciones la vida se les resolverá. Pero la verdad es que esta vía es efímera, es como el flash de una foto, estrella fugaz solo dura un instante y hasta allí llego el rollo de esa película. Lo cual nos da a pensar lo equivocado que estamos y que tomando esos atajos nos lleva al abismos sin retorno alguno.
Por otro lado está el bien, el tomar las decisiones más acertadas, buenas para el confort de tu familia, la comunidad donde vives, etc. La vía más expedita para conseguir llegar a la meta y lograr el objetivo planeado. El empezar una carrera profesional nos lleva de tres a cinco años y esto conlleva a muchos sacrificios personales que tendrán su recompensa a mediano o largo plazo. Recuerdo que de pequeño había un juego de palabras y frases que figuraban y hacían imaginarnos dos escenarios el cual consistía en mostrarte dos imágenes el camino de las rosas y las espinas. Claro que cuando eres niño la decisión más clara es el de las rosas, quizás por qué sabes que las espinas causan dolor. Pero la realidad es otra las espinas son parte de la rosa y por más que las evites serán parte del camino en tu vida. Si tomas la rosa por el tallo será inevitable pincharte con alguna espina puedes tomar la decisión de quitar las espinas una a una y abrirte camino en el sendero de la vida utilizar herramientas para facilitar las cosas, sin embargo en algún momento te pincharas el dedo. Por ello el hacer el bien es como estar en el Edén. Siempre tendrás el árbol del fruto prohibido a la vista y será tu decisión el comer o no comer de él.
