Así como dice el título de esta columna de opinión, ha vuelto el discurso de los supremasistas blancos, liderados por el showman por excelencia, nada más ni nada menos que Donald Trump.
En su investidura como presidente del país de las contradicciones, ha dado una master class de lo que viene a ser su visión del mundo, la cual podríamos resumir en la imagen de un tio sam vestido de uniforme y con una bota militar aplastando el cuello del planeta.
Decidido a jugar haciendo trampas y con las cartas marcadas, el retorno del empresario a las lides políticas está más que seguro que puede aplicar sus triquiñuelas aprendidas en las lides del mundo de los negocios a la hora de reestablecer el lugar de la norteamérica moderna en la cima del mundo.
Ha dicho que es hora de volver a la era de oro de los estadounidenses. ¿Y cómo? nos preguntaremos todos sintiendo ya un remalazo de escalosfríos recorriendo nuestras espaldas, dijo que primero todos deben concientizarse que gringolandia es solo para los gringos, eso quiere decir que las leyes antimigratorias van a volverse totalmente espartanas, en el interín también ha dejado escapar, como quien no quiere la cosa, una velada amenaza a México y su política de vigilancia de sus fronteras.
Parece que, en torno a este tema, el departamento de deportación va a necesitar aumentar su personal porque ha prometido deshacerse de todo indeseable hispano que se le cruce por el frente (aquí pongo el "todo" porque parece que al rubio blanco-rosado de Trump todo hispano le parece un criminal o adolece de tendencias criminales).
Así que parece que quiere cortar de raíz el tema del "sueño americano" para todo aquel que no sea "gringo" sea como sea.
En torno a la política internacional ha dejado bien en claro que es hora de que todos vuelvan a formarse porque ha llegado el jefe (palabras más, palabras menos. Pero con ese tono y esa expresión arrogante que tanto lo caracteriza). Y uno no puede más que preguntarse si este personaje sabe el mundo en el que se mueve. Pero de pronto muestra las garras y los dientes y poniendo las cartas sobre la mesa dice que va a endurecer las sanciones económicas a quienes corresponda (que son todos los que se les ocurra oponerse a sus caprichos). Que en torno a la economía mundial va a poner a la venta todas las reservas de petróleo con las que cuenta para comercializar ese petróleo en el mundo, mientras aprieta el cuello de sus competidores con amenazas en los mercados internacionales para que solo les compren a ellos al precio que decidan poner a la venta ese petróleo. Una prueba más de que el país que exuda libre comercio es lo último que busca.
Y como colofón a todo esto (y por si no faltara aún más noticias sorprendentes) ha decidido dar el impulso definitivo a la tecnología de las inteligencias artificiales poniendo a disposición de un nuevo proyecto científico-tecnológico llamado "Stargate" un total de 400.000.000.000 $us (cautrocientos mil millones de dólares), que es casi 6 veces el presupuesto del proyecto Artemis, que es el proyecto que quiere devolver al hombre a la luna. El proyecto Stargate tiene la misión de conseguir la famosa "Inteligencia Artificial General"(IAG) en el menor tiempo posible.
La IAG es una inteligencia artificial experta en todas las disciplinas humanas, no como ahora que cada rubro tiene su propia IA experta en su área.
También le ha dado luz verde a Elon Musk para que pueda comprar Tik-Tok y así deshacerse de la influencia china.
Y a propósito del mundo fuera de Trump ¿qué piensan los líderes de las otras potencias mundiales?, todavía no se han pronunciado al respecto de todas las gamberradas provocativas de Trump, supongo que ya con la experiencia de su gestión anterior, saben que es más bocazas que otra cosa, con la diferencia que ahora sí que tiene a Europa en el bolsillo, a la OTAN rogando por su intervención y a su hija predilecta (Israel) devorando territorios.
Putin no es de los que se amedrentan por nada, ha logrado que a pesar de las sanciones Rusia siga siendo potencia mundial y tenga mucha voz y mucho voto en lo que piensa hacer Trump especialmente en su intervención en el conflicto ucraniano, donde Rusia es quien pondrá las condiciones para una posible pacificación.
Xin Ping, por otra parte, creo que es el principal responsable de esta arriesgada jugada del proyecto "Stargate", se ha reído de todas las trabas comerciales que desde el capitolio han intentado poner al gigante asiático. Es más, esas trabas han facilitado y servido de excusa para desarrollar su tecnología a niveles que los occidentales ni tenemos idea. Aparte que has sabido ganarse una influencia marcada a nivel económico en el resto del mundo, especialmente en el continente africano.
Otros partícipes de este juego geopolítico son la India y las naciones polinesias donde las más grandes factorías de las multinacionales han ido a parar.
Económicamente hablando, EEUU aún tiene gran parte del mango de la sartén con el SHIFT, que es la principal herramienta de comercio exterior y por donde se hacen todas las transacciones internacionales y de donde el dólar basa su poder. El otro bloque económico que ha crecido y sigue creciendo buscando ser una nueva alternativa es el bloque BRIC's de países que quieren un comercio no supeditado a una sola moneda.
Trump ha vuelto con portes de gran hombre y decidido a devolver la grandeza al pueblo estadounidense... blanco.
No deja de tener la imagen del abusador de turno decidido a comerse el almuerzo de todos.
Y entre esos todos estamos toda Latinoamérica, no me extrañaría que a sus ojos seguimos siendo el patio de atrás. A los que da por descontado que vamos a seguir todos sus lineamientos porque sus sanciones nos llegan de forma más contundente (seguro que Brasil tiene una mención especial por ser la "B" de los Bric's).
Claro que hay varios aplaudiendo su discurso supremasista, con Milei a la cabeza. "Hay que darle por su lado que algo cae..." seguro piensan en su ingenuo análisis.
Trump ha vuelvo en su versión 2.0 y dudo que esta vez mantenga el título del "Presidente sin guerras" que se acuñó en su anterior gestión por no haber iniciado ningún conflicto bélico ni ninguna intervención durante su anterior mandato, este parece que será diferente especialmente porque tiene que lograr conseguir una hegemonía económica-militar que perdió por el desarrollo de las economías China, Indú y Rusa.
Veremos si es el proyecto Stargate la herramienta que quiere usar Trump para conseguir acortar tiempos en su lucha hegemónica contra el mundo.
Mientras tanto ¿desde aquí, desde la Sudamérica profunda, tendremos algo que decir al respecto?
La pregunta clave es ¿cómo va a afectar ese accionar a nuestras economías?, aún somos y seremos esclavos del dólar y de los caprichos que desde el norte se saquen de la manga.
En concordancia con su modo de actuar a puesto al movimiento progre (o woke) de vuelta y media, al declarar que en EEUU solo se reconocen dos sexos, ese es otro frente que seguro va a tener sus cosas que decir (y a emulado mucho a Putin en ese aspecto).
En fin, a pesar de los pesares debemos tener un ojo puesto en lo que hagan desde el norte porque va a tener su efecto a largo o mediano plazo en nuestra cotidianidad.
Pero asusta un discurso casi xenófobo de un presidente que dice ser el representante de la libertad en el mundo.
