Más, qué desilusión,
Mi vida he desperdiciado,
Buscando en vano la solución,
Que tanto he idealizado.
Y dónde está la solución,
Llenarse de falsas esperanzas.
Que las apariencias engañen la razón,
Pero el corazón seguirá desesperado.
Acaso tan malo es el Señor,
Que con este mal me ha premiado.
Al no dar Él la solución,
Dejándome en este cuerpo encerrado.
Quiero volar y ser quien soy,
Quiero ser libre a los deseos.
Quiero reír de corazón,
Dejar de ser un simple reo.
Y la esperanza sigue ahí.
Bendita seas, o maldita.
Porque de no ser por ti,
La muerte me haría la visita.