sola presides la mesa
cuan novia ufana ante el altar
bailas con las perlas, acompañada de las tres Marías.
Tocas mi alma y la conviertes en palabras,
conocedora de mis momentos a su pasar,
que más da de que mes o año son, fueron o serán.
Me besas...
Nos besamos,
te añoro mientras te bañas
en tus ríos de plata.
cuánto dueles, cómo envidio tu pulcritud mundana,
te susurran, te oran en silencio
tú a mi vera y yo a la tuya.
Aletargas mi vida y me confundes
con las diversidades de tus caras semiocultas,
claroscuro de tu llegar...
Nos deseamos...
Tú arriba y yo contemplándote.
Posees tu historia, sabes de la mía,
me desplazo..., tú nuestra guía,
tú volando...
y yo... yo siempre soñando.