(Prójimos de Mario Benedetti)
(a mi Padre, por este día;
No! significando que no amar es odiar)
Va el viejo
lleva en sus huesos
90 años, quién lo creyera;
su caminar lento
como demorando los minutos;
ha disminuido tanto su tamaño,
que pareciera
que se encoge
(a propósito),
como ocultándose de la muerte.
Vienen los “vida fácil”,
lo rodean, asaltan,
lo saquean ante el mirar
indiferente de los transeúntes.
Continúa el viejo,
más solo aún, más pequeño;
sin fe ni confianza, piensa:
“amar al prójimo
a qué prójimo”?
Namid A
(junio 17 de 2.009)